El pleno de Sagunt debatirá en la sesión del próximo martes la contrapropuesta de la Demarcación de Costas para la concesión al Ayuntamiento de Sagunt del conjunto defensivo del Grau Vell; un planteamiento que recoge unas condiciones que truncan los planes municipales en este espacio para el que hay previsto reservar algo más de 317.000 euros en el presupuesto municipal de 2018.
El principal obstáculo que plantea ahora el organismo estatal, después de meses de negociaciones, tiene que ver con el plazo de esa concesión, ya que Sagunt la había solicitado por 50 años, pero Costas la ha limitado a 30. Esta rebaja es muy significativa, ya que supondría que el consistorio no podría aspirar a recibir el 1,5 % cultural para completar el millón de euros en el que se estima la ejecución de las mejoras en la torre de vigilancia, el patio y el almacén.
Y es que esta aportación procedente de las obras ejecutadas por el Ministerio de Fomento, que cuenta con un presupuesto por encima de los 50 millones de euros hasta 2019, tiene entre sus condiciones que los beneficiarios sean propietarios del inmueble sobre el que se ejecuta la actuación o, al menos, concesionarios por un periodo mínimo de 50 años.
Esta enésima sorpresa en la tramitación del proyecto de puesta en valor del Grau Vell ya ha movido al alcalde de Sagunt, Quico Fernández, a contactar con responsables del Ministerio de Medio Ambiente para defender que «nuestra propuesta tiene margen para obtener la concesión que solicitamos, porque significa la rehabilitación y el mantenimiento sin fines lucrativos de un bien de interés cultural».
Según se recoge con el último Reglamento General de Costas (Real Decreto 876/2014), los plazos de cesión son de un máximo de 50 años, cuando «los usos desempeñen una función o presten un servicio que, por su naturaleza, requieran la ocupación del dominio público marítimo-terrestre», mientras que los limita hasta los 30 años si «los usos prestan un servicio público, que, por la configuración física del tramo de costa de su emplazamiento, no puedan ubicarse en los terrenos colindantes con dicho dominio».
Con este panorama, la propuesta del cuatripartito para debatir en el pleno es «aceptar la concesión del complejo del Grau Vell, pero alegar para que nos amplíen el plazo», según el concejal de Urbanismo, Pablo Abelleira, que es uno de los que trabaja en el proyecto de recuperación de estos restos cuyo origen se remontan al siglo XVI.
Otra de las cuestiones que Costas ha matizado sobre la primera propuesta municipal tiene que ver con la superficie, ya que el consistorio solicitó que se le cedieran más de 1,5 millones de metros cuadrados, que ahora se han quedado en cerca de 2.500, es decir, se han visto rebajados en más del 99,8 %. Sobre esto, el edil de ADN Morvedre ya manifestó a Levante-EMV, en referencia en aquel caso al paseo marítimo el Port de Sagunt, que el jefe desde hace unos meses de la Demarcación de Costas en València, Antonio Cejalvo, «parece que quiere ponernos a prueba para ver si hacemos las cosas bien, antes de ampliarnos las competencias».
Aún así, la reserva de 317.000 ? del presupuesto municipal de 2018 para la rehabilitación del Grau Vell no convence a Iniciativa Porteña, que ha cuestionado esta medida «cuando no está claro si se va a poder acabar» y añadía: «Está claro que tienen interés, frente a lo que pasa con el museo industrial, al que sólo le han reservado 50.000 euros, cuando lo que deberían hacer es destinarle una partida plurianual de un millón donde se incluya la musealización», decía su portavoz Manuel González.
Apoyo de la APV
El proyecto para rehabilitar el complejo defensivo del Grau Vell cuenta con un buen número de aliados, entre los que destaca la Autoridad Portuaria de Valencia (APV). Su presidente, Aurelio Martínez, reconoció la relevancia «en el patrimonio valenciano» de este enclave, un apoyo significativo porque la APV hace aportaciones al 1,5 % cultural. Sin embargo, «las obras de ampliación que se han ejecutado en el puerto de Sagunt en el pasado no han tenido la correspondiente repercusión en la ciudad», se lamenta Fernández.
