El Atlético Saguntino perdió ante el Ontinyent (1-2) en tiempo de descuento, después de haberse puesto en ventaja pese a quedarse con un jugador menos a la media hora por la expulsión de Niko Kata. Así el enorme trabajo de los rojillos no obtuvo recompensa, más allá del reconocimiento por parte de la afición del esfuerzo ofrecido.

Y es que el Nou Morvedre vivió un partido muy igualado. Ambos equipos derrocharon intensidad, pero fueron incapaces de anotar hasta el minuto 89, cuando el árbitro pitó un penalti a favor de los locales. Julià fue el encargado de ejecutarlo y poner el 1-0 en el marcador. Los espectadores enloquecieron, pero, cuando todavía celebraban el gol, el Ontinyent puso las tablas. A partir de ese momento, los visitantes se volcaron sobre la portería de Lluna y, tanto la presión como el exceso de ímpetu de los saguntinos, provocaron todas las concesiones que no habían hecho durante los 90 minutos previos. El Ontinyent lo aprovechó para anotar el tanto cuando ya pasaban cuatro minutos del tiempo reglamentado.

El técnico David Gutiérrez hizo un balance negativo tras el encuentro: «Jugamos 70 minutos con un hombre menos, pero mantuvimos las fuerzas igualadas durante 89 minutos . Competimos y defendimos muy bien, pero no sirvió de nada por la mala gestión de los últimos 5 minutos». En ese tramo fue cuando «todo lo que pensábamos que podía pasar, como el juego de segunda línea o la protección de la zona central, lo hicimos mal», según el técnico rojillo.

«Sus dos goles -añade Guti- vinieron de errores nuestros y estoy fastidiado porque lo teníamos trabajado, sabíamos que podía pasar y durante 89 minutos lo hicimos muy bien, pero al final nada. Intentaremos seguir trabajando y mejorando y ojalá tengamos otra racha como este». En este sentido, el Atlético Saguntino no perdía desde el 7 de octubre y acumulaba 16 puntos sumados de los últimos 18.

El míster cree que más que relajación tras el gol de Julià, los nervios y querer cerrar el partido con 1-0 fue lo que llevó al equipo a hacer concesiones: «Es gente joven, que tuvo precipitaciones en ese momento que pasa todo muy deprisa, cuando el Ontinyent se volcó. Hay que saber gestionar esa presión, pero, más que relajarnos, creo que fue un exceso de ganas, porque si algo tiene este equipo es que se deja la vida en todos los partidos. Creo que fue el rival más intenso al que nos hemos enfrentado y conseguimos igualarles con un jugador menos. Por ahí estoy muy contento y creo que lo justo habría sido un empate. Perdimos un punto porque ellos tuvieron el acierto final, que es lo que cuenta».

Copa Federación

Sin tiempo de lamentarse, mañana a las 19 horas vuelve la Copa Federación al Nou Morvedre con el partido de ida de los dieciseisavos de final de una competición en la que los rojillos son los vigentes campeones. El rival será el Mallorca B, que lidera su grupo de Tercera División.