Ni los residentes en el edificio, ni su propietario. Aigües de Sagunt ha tenido que salir al rescate de la fuga de aguas fecales que afectaba a una finca de Baladre, pero generaba problemas de salubridad y malos olores a muchos vecinos, según informó en su día Levante-EMV. Después de meses sin solución, de la que la Entidad de Infraestructura de las Generalitat (EIGE) se había desentendido al culpar a los ocupantes de un mal uso de los inodoros y obstruirlos, la empresa que gestiona el agua en Sagunt se va a encargar de esta reparación.

El alcalde, Quico Fernández, lo justificaba por la necesidad de actuar en este inmueble. «Sabemos que la obligación de resolver estos problemas es de los propios vecinos, pero por una parte la dificultad económica de estos inquilinos y, por otra parte, la imposibilidad material de resolver la cuestión de la manera reglamentaria nos ha aconsejado actuar puntualmente para evitar esta molestia recurrente». El nacionalista resalta que el ayuntamiento intentará resolver incidencias de este tipo «siempre y cuando sea urgente, pero teniendo en cuenta que son los vecinos los que han de solventar sus propios problemas. Yo creo que es una demanda de los vecinos que hemos resuelto en un caso, y que evidentemente forma parte también de nuestras obligaciones cuando no son resueltas por la vía ordinaria». Fernández también resalta que se trata de un problema sanitario y de salubridad, al tiempo que recuerda que hace unas semanas tuvo lugar una reunión con representantes de vecinos de Baladre en la que se plantearon los principales problemas del barrio.