El presupuesto que el cuatripartito de Sagunt presentó de forma pública hace apenas tres semanas se debatirá el próximo miércoles en sede plenaria, después de que solo se haya introducido alguna pequeña modificación técnica durante el proceso participativo que se anunció desde el gobierno municipal para acabar de darle forma.
Sin acceso a esa previsión de cuentas de 2018 desde las ventanas digitales del ayuntamiento, el documento ha pasado por sendas audiencias públicas, otro par de CES (Consejo Económico y Social) y alguna comisión municipal, que el martes será el trámite previo a su presentación y previsible aprobación en el pleno extraordinario convocado para las 17 horas.
El concejal de Hacienda, Enric Ariño, explica a Levante-EMV que «los vecinos plantearon, sobre todo en el Port, cuestiones candentes que les preocupan, como la limpieza de calles, la iluminación, la accesibilidad o la contaminación acústica. Sobre el presupuesto se interesaron básicamente por las inversiones y pidieron algunas aclaraciones, pero sin propuestas».
Por lo que respecta a empresarios, sindicatos, comerciantes, vecinos y agricultores con representación en el CES, el nacionalista apunta que «también solicitaron explicaciones sobre determinadas partidas y echaron de menos una mayor aportación a la mejora de la movilidad urbana y los carriles bici». En cuanto a la oposición, «Ciudadanos no hizo comentarios; Iniciativa Porteña sí propuso aumentar los gastos en pavimentación de calles, en detrimento de actuaciones previstas en Sagunt, además del Grau Vell; y el PP dijo que los ingresos están inflados», añade el encargado de la parte final de la tramitación presupuestaria.
Ese es el balance de la negociación, que vivió sus momentos más significativos en el seno del propio gobierno con Pepe Gil a los mandos, ya que, como admite Ariño, desde el acuerdo entre Compromís, ADN Morvedre, EU y PSPV, «sólo hemos cambiado la afección de algunas inversiones para que no dependan exclusivamente de la hipotética venta de solares».
La principal crítica que se ha señalado desde la oposición a este borrador presupuestario se centra en los ingresos, que son «poco creíbles» en palabras del portavoz del PP, Sergio Muniesa. El exalcalde añade sobre esta cuestión que «primero definen los gastos y de ahí determinan lo que necesitan ingresar, lo que explica que en tres años vayan a subir en 20 millones el endeudamiento». El líder de los populares en Sagunt insiste en que «la base de estas cuentas está en satisfacer a los cuatro partidos que forman el gobierno local y a las delegaciones que cada uno ocupa, no en atender las necesidades de la ciudad».
Frente a estos argumentos, Ariño justifica que «los ingresos en 2016 rondaron los 65 millones; la evolución que llevamos este año hace prever que el ayuntamiento recaudará cerca de 69 millones de euros, así que no es descabellado calcular que el próximo ejercicio se alcanzarán los 71,7 millones, que es lo que recogemos en el presupuesto descontando el préstamo».
Venta de solares
Entre las partidas cuestionadas se encuentran los 2,3 millones en venta de solares, aunque el edil de Hacienda puntualiza que, en ningún caso desequilibrarán las cuentas, ya que su recaudación está asociada a las inversiones, de tal forma que si no se alcanzan las previsiones se prescindiría de las correspondientes obras, como la adecuación de la Gerencia, la zona de autocaravanas o la renovación del alumbrado en la urbanización Los Monasterios.
