La fábrica de Fertiberia en Sagunt ha alcanzado este año un volumen de producción récord en sus 30 años de historia, con unas 600.000 toneladas de productos finales.

Además, este año ha desarrollado un nuevo producto de mayor valor para el agricultor, al incorporar azufre a los nitratos, lo que le ha abierto a nuevos mercados de exportación. En concreto, a sus habituales mercados de Centroeuropa y las islas británicas se ha añadido, con este nuevo producto, el mercado Escandinavo y Marruecos. «Estos desarrollos de productos especiales nos hacen más competitivos y diversificados en un mercado totalmente globalizado. Las empresas occidentales no podemos competir en productos de bajo valor que se pueden importar de cualquier parte del mundo con unos costes logísticos muy bajos, por lo que o nos dedicamos a desarrollar productos especiales de más valor añadido o acabaremos fuera del mercado», comentaban desde la factoría.

En general, el mercado de fertilizantes tradicionales se ha comportado mejor que el pasado 2016, aunque lejos de las medias de años anteriores. Aún así, la fábrica de Sagunt se ha mantenido funcionando al 100% de su capacidad y no ha tenido que parar los meses de verano, como sí les ha ocurrido a otras fábricas del grupo.

Y es que, como explican desde la factoría, la sequía «ha hecho que el consumo nacional estuviera en mínimos históricos, por lo que la mayor parte de la producción de fertilizantes tradicionales (nitratos) se ha dedicado a la exportación». Aún así, señalan que «afortunadamente, la división de fertilizantes especiales y los productos industriales, fundamentalmente los de uso medioambiental, se han comportado muy bien, con una demanda creciente. Estos productos van ganando cuota de producción, y han supuesto más de 100.000 toneladas en 2017, un 19% de nuestras ventas».

El próximo año, la fábrica lo afronta con optimismo gracias a sus nuevos productos. De hecho, está estudiando nuevas inversiones para aumentar la capacidad de fabricación de fertilizantes especiales y así poder llegar a nuevos mercados. «Otros años hemos criticado la permisividad de las autoridades europeas con las importaciones de productos fertilizantes fabricados con un mayor impacto ambiental que los productos europeos, pero parece que la situación está cambiando», decían destacando que «países como Francia están estudiando limitar el uso de la urea, un producto con una huella de carbono muy superior a los nitratos. China, por otra parte, está cerrando fábricas basadas en el carbón debido a su progresiva concienciación en el respeto al medio ambiente y a la salud de su población». Por eso aseguran: «Todos estos pequeños pasos en la dirección de los objetivos de desarrollo sostenible nos favorecerán en el largo plazo a los productores más sostenibles y sacarán del mercado a los que no lo son. Por todos estos motivos, desde la fábrica de Sagunto vemos el futuro con más optimismo y esperamos cumplir otros 30 años generando riqueza en esta comarca».