El Fertiberia BM Puerto ya disfruta de sus vacaciones, que se prolongarán hasta el 8 de enero, después de unas semanas convulsas que han supuesto el cambio de entrenador de Nikola Milos a Sergio Berrios, el cierre de la primera vuelta en puestos de descenso y la eliminación en la Copa del Rey a manos de un equipo de división de honor plata. El nuevo técnico, que es exjugador rojiblanco, actual director deportivo y entrenador durante el último año del filial de primera nacional, tiene dos semanas antes de volver a reunir a los jugadores e insuflarles el revulsivo que necesitan para alcanzar el objetivo de la permanencia.
«Estoy convencido de que lo vamos a conseguir. Hay mucho margen de mejora tanto en el juego como en los resultados y el calendario es ilusionante, porque hay más partidos ganables en casa», apunta el jienense en palabras de Levante-EMV.
Berrios añade que «un cambio de entrenador no es una buena noticia», porque, además, con Milos «me une una amistad y hemos trabajado bien juntos». En cualquier caso, el entrenador nacional de nivel III y Master Coach según la EHF apunta que «disponemos de cinco semanas para trabajar en un esquema más cerrado. Sinceramente creo que tenemos muy buen equipo, pero el juego ha sido anárquico y las dinámicas en el balonmano son las que marcan el rendimiento».
Berrios, que pasa las navidades en su tierra natal, explica que ya ha hablado con varios jugadores, muchos de ellos excompañeros, y que su llegada el banquillo se ha acogido «con tranquilidad». Una de las cosas que todavía queda por definir es su cuerpo técnico y el encaje de José Vicente Tomás Chovi, quien dirigió al equipo en los dos partidos contra el Alcobendas en la tercera eliminatoria de la Copa del Rey.
Eliminación cruel
Después de perder en la ida de 7 tras unos nefastos 10 minutos finales, el Fertiberia tuvo en su mano firmar una remontada memorable, pero sus propios errores le condenaron a ganar solo de 6. Y es que, tras un comienzo igualado, los rojiblancos afianzaron su defensa y empezaron a abrir brecha para hacer creer a su afición que podían regalarles la clasificación. Con más de 13 minutos por jugar, el Fertiberia mandaba por 7 y sabía que sería suficiente por el marcador más bajo en Alcobendas.
La ventaja llegó a ser de 9, pero los madrileños no se rindieron y volvieron a apretar la contienda. Con poco menos de un minuto por jugar, los visitantes perdieron la oportunidad de ponerse por delante, pero los árbitros señalaron en el ataque porteño el primer pasivo de todo el partido y una acción instintiva de Toni Alegre, que impidió el saque rápido, supuso no solo su descalificación, sino un penalti que Bruixola no pudo detener y así acabaron las esperanzas de un equipo que debe recargar su moral para febrero.
