La rapidez y la virulencia de las llamas del incendio del marjal dels Moros en Sagunt hizo temer por las casas de la playa de Puçol más próximas al humedal a última hora de la tarde de ayer.

Varias brigadas de bomberos siguen trabajando en la mañana de este viernes en la extinción del fuego, que ha quedado controlado a las 9.21 horas, según ha informado el Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia.

Para evitar la llegada del fuego a la zona habitada, los bomberos tuvieron que provocar una quema controlada a modo de cortafuegos que todavía permanecía activa al cierre de esta edición, aunque desde el centro de control se aseguraba a Levante-EMV que «el asunto está controlado y no existía riesgo para las personas ni los inmuebles», descartando el desalojo en ese momento.

La alcaldesa, Lola Sánchez, se pronunció en la misma línea e insistía a última hora de la tarde en que «ya no hay riesgo de incendio en nuestro término». Aún así, recalcó que «habrá vigilancia durante toda la noche», tal como ratificaron fuentes de la extinción, precisando que «se quedará una unidad de bomberos y otra con autobomba de la diputación».

Por contra a lo sucedido en la playa de Puçol, horas antes sí había sido necesaria la evacuación en la zona del Grau Vell donde a última hora de la mañana de ayer, la Guardia Civil y los bomberos se vieron obligados a desalojar de sus viviendas a cerca de una decena de residentes que temieron por sus casas y sus animales, puesto que la mayoría de inmuebles de este barrio cuenta con corrales.

Tal como pudo comprobar in situ Levante-EMV varias casas sufrieron las consecuencias de las llamas, aunque se trata de inmuebles abandonados, mientras que otros habitados presentaban daños parciales.

Pese a la crítica situación con el fuego cercando las casas, no hubo que lamentar daños personales, como precisaron efectivos que intervinieron en la extinción del incendio. La noticia de que las llamas llegaban hasta el Grau Vell provocó que decenas de residentes temporales en esta zona, veraneantes y propietarios de inmuebles en este barrio se acercaran para conocer lo qué había sucedido, aunque rápidamente fueron trasladados a lugares más seguros.

Junto a la reserva de samaruc

El fuego se iniciaba pasadas las 11 horas en un zona cercana a la reserva de samaruc conocida como Fanegues, en el límite entre Sagunt y Puçol. El Alto del Pico (zona de vigilancia) daba la señal de alerta y empezaban a acudir al lugar de los hechos efectivos de extinción.

En apenas una hora, el fuego ya había arrasado cerca de dos kilómetros, de suroeste hasta el noreste dada la velocidad del viento que llegó a alcanzar los 60 kilómetros por hora. Aunque por la tarde parecía más cercado, el único foco que permanecía vivo en el marjal cambió de dirección y llevaba las llamas hacia el sur hasta la playa de Puçol.

La rapidez en la propagación y sobre todo el humo rasante que generó complicaron bastante las tareas de extinción ante la falta de visibilidad y los problemas para respirar. De hecho, un bombero tuvo que ser atendido a causa de un golpe.

Cien hectáreas arrasadas

Respecto a la superficie arrasada, fuentes consultadas por este periódico aseguraban que la cifra podría superar facilmente las 100 hectáreas, aunque al cierre de este edición todavía no se había concluido el perimetraje que arrojara la superficie exacta.

Hasta el lugar de los hechos se acercó el diputado de Medio Ambiente Josep Bort quien lamentó la pérdida y afectación a nivel medioambiental al tiempo que se mostró aliviado al comprobar que no se habían sufrido daños personales ,ni materiales.

El alcalde de Sagunt, Quico Fernández, quien estuvo pendiente desde primera hora de la evolución del incendio, lamentó que «pese a emplear todos los recursos que tenemos a nuestro alcance, estos no han sido eficaces en proporción a la fuerza del fuego, propiciado por el fuerte viento, la sequía y las altas temperaturas».

En la extinción, participaron dos helicópteros y una avioneta, así como cuatro brigadas de la Diputación, brigadas de la Generalitat, cuatro unidades de los bomberos forestales de València y Castelló; cuatro autobombas, un sargento y una unidad de vigilancia. De Bomberos participaron dotaciones del parque de Sagunt, la Pobla, Torrent y Burjassot. También colaboraron la Policía autonómica, Policía portuaria, Guardia Civil, Policía local y Guardia Rural de Sagunt. Sin embargo, las llamas y la negra humareda se prolongaron durante horas, hasta hacerse visibles desde València o La Pobla de Vallbona y dejaron una imagen nunca vista recientemente en el lugar.