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Más de un centenar de vecinos de Gilet lleva una semana sin agua potable

Varias averías en la red municipal mantienen sin suministro a los residentes de la urbanización Balcón de la Peña

Vistas de la urbanización Balcón de la Peña. dani tortajada

Más de un centenar de vecinos de la urbanización Balcón de la Peña de Gilet lleva una semana sin agua potable a causa de varias averías en la red municipal.

Estos residentes palian la falta de suministro con garrafas de agua con las que llenan sus depósitos privados, aquellos que los tienen. Una situación que han calificado de «lamentable» y que «se repite demasiadas veces al año». «Estamos en tierra de nadie; esto parece un campo de refugiados», afirmaba un residente a Levante-EMV.

Según aseguran varios vecinos, cada mes sufren cortes de suministro de uno o dos días y acusan al ayuntamiento de ser el responsable por la «falta de mantenimiento de la red municipal».

El problema reside, según los afectados, en el mal estado de las canalizaciones, que tiene cerca de 50 años, tal y como han confirmado fuentes municipales, «sobre las que no se realiza ningún tipo de mantenimiento, más bien se va parcheando conforme va habiendo fugas», denunciaban.

La avería se produjo a mediados de la semana pasada, aunque no fue hasta finales cuando se avisó al ayuntamiento sobre la misma, tal y como ha confirmado el alcalde, Salva Costa. El consistorio cortó el suministro para tratar de averiguar en qué tamo se encontraba la fuga, hasta que el fin de semana se dio con ella y se arregló, explicaba el mandatario. No obstante, cuando todo parecía estar solucionado, se produjeron otras tres averias más, que demoraron el corte hasta el día de ayer, aunque, al cierre de esta edición, los vecinos aseguraban que seguían sin agua mientras el alcalde ratificaba que estaba todo arreglado. En cualquier caso, Costa matizaba que «volver a llenar el depósito lleva su tiempo, una media de cinco horas», argumento con el que justificó el retraso.

Pozo privado

Pese a que esta urbanización cuenta con una red municipal, la zona sigue sin urbanizar y el abastecimiento de agua no procede de la red pública sino de un pozo privado conocido como «La Redona» del que se nutren más de un centenar de propietarios. Este pozo conduce el agua hasta un depósito y de allí se distribuye el suministro a toda la zona a través de la red pública. Además de los problemas de suministro, la falta de una urbanización, que deben acometer los vecinos, también les mantiene sin alcantarillado, lo que provoca el vertido aguas residuales a pozos ciegos, una práctica por la que la Confederación Hidrográfica del Júcar apercibió al ayuntamiento. Esta falta de servicios se lleva arrastrando desde hace más de un década por culpa de las continuas trabas que aparecen a la hora de urbanizar la zona, un proyecto de urbanización que sigue en la conselleria.

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