El Marjal dels Moros está recibiendo ya los primeros litros de agua procedentes de la acequia de Moncada. Unos recursos que llegan a este humedal de El Camp de Morvedre pocas semanas después del grave incendio que calcinó el pasado enero las 320 hectáreas de este paraje protegido por la importancia de su ecosistema y la riqueza de su flora y fauna, especialmente de aves acuáticas. En total, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha dado luz verde a un aporte extraordinario de 100.000 m3, que ya está llegando al humedal a través de la Acequia de Moncada.

Estos recursos llegan después de que la Conselleria de Medio Ambiente solicitara la colaboración de la CHJ para lograr mantener los niveles hídricos del marjal, castigado tanto por el reciente incendio, como por la prolongada sequía de los últimos tiempos. La consellera Elena Cebrián, que solicitó esta intervención personalmente a la presidenta de la CHJ María Ángeles Ureña, se mostraba satisfecha de la inyección hídrica. Al respecto, Cebrián destacaba que «aliviará la situación del humedal tras un largo periodo de sequía y permitirá incorporar la materia orgánica mineralizada del incendio como nutriente al suelo y la vegetación de este importante espacio natural».

Valoraciones positivas

También los ecologistas han valorado positivamente la noticia de estas aportaciones hídricas al Marjal dels Moros. Sin embargo, hacen hincapié en la necesidad de que estas aportaciones no se limiten a ser extraordinarias, sino que se estabilicen de forma que se pueda garantizar unos niveles hídricos suficientes para las necesidades de esta zona húmeda. En este sentido, el portavoz de Acció Ecologista Agró, Enric Amer, «en los años 80 ya se hicieron de algunos aportes puntuales desde la acequia de Moncada. Lo importante ahora es que esa práctica se regularice y oficialice en papeles para poder realizar una gestión correcta del espacio».

Esta regularización se ha topado hasta ahora con las reticencias de los regantes de la acequia de Moncada, que ven con suspicacia la cesión de agua para el marjal. Para Amer, esas resistencias no tendrían sentido tanto por la escasa cantidad de recursos hídricos que conllevaría, como por la considerable reducción de las necesidades agrícolas experimentada en los últimos años al haberse reducido muchos de los campos de regadío por la presión urbanística e industrial.

En este sentido, los ecologistas se muestran optimistas por considerar que van en esa línea los contactos que las administraciones públicas están manteniendo con los representantes de los regantes, tanto de la acequia de Moncada, como de la Sèquia Major de Sagunt.

Más preocupados se muestran respecto a la calidad del agua que se pueda aportar al marjal. Y es que, aunque el agua de la acequia de Moncada es de buena calidad, desde Agró señalan que todavía persistían en los últimos tiempos algunos focos de vertidos de aguas sin depurar desde Puçol. «En niveles hídricos normales esos vertidos los podría asimilar de forma natural el marjal, el riesgo es que no haya aportes suficientes y lo que llegue no sea de calidad», comentan. Por ello la organización ecologista considera necesario que definitivamente se conecten todas sus aguas residuales a la depuradora de la Pobla de Farnals.