El pabellón Anaitasuna de Pamplona, conocido como La Catedral del balonmano español, es la siguiente parada del Fertiberia BM Puerto en busca de la salvación. Más allá del quinto puesto de los pamplonicas y el penúltimo de los porteños, que todavía no saben lo que es ganar fuera de casa esta temporada, los números permiten vislumbrar un rayo de esperanza para este partido de la decimonovena jornada de Asobal, que arrancará a partir de las 20 horas.
El primero de los motivos para el optimismo es el rendimiento rojiblanco durante las últimas temporadas en Pamplona, donde ha ganado en sus dos últimos desplazamientos (26-28 y 21-31) y en tres de los últimos cuatro. Tampoco el Anaitasuna arrastra recientemente una trayectoria especialmente temible, al romper el pasado fin de semana en Pontevedra una racha que solo le había permitido sumar una victoria en los anteriores nueve compromisos ligueros.
Los pamplonicas, además, se encuentran inmersos en la fase de grupos de la EHF, competición que recientemente se ha cobrado la rodilla del central Erik Balenciaga, y esta campaña no se han mostrado especialmente fuertes en casa donde han puntuado los dos máximos rivales del Fertiberia para evitar el descenso, el colista BM Cangas, que empató, y el Zamora que ganó.
Corregir detalles
Los rojiblancos, mientras, afronta el choque con todos sus jugadores disponibles y con la esperanza de que la mejoría mostrada durante las últimas semanas se transforme por fin en una victoria, que no celebran en Asobal desde el 6 de diciembre. a la conclusión de la última derrota porteña en casa frente al Guadalajara, el entrenador Sergio Berrios reconocía que «hay que seguir trabajando, corrigiendo los detalles y, a partir de ahí ver el próximo partido».
Sobre el Helvetia Anaitasuna, el técnico jienense del Fertiberia añadía que «durante estos días llevan varios partidos más que nosotros, aunque nuestra línea debe ser la misma de prepararnos bien para competir y hacerlo en todos los partidos. Luego ya veremos hasta donde nos permite llegar eso».
