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Sagunt pierde más de un centenar de comercios en los últimos seis años

El impacto de la crisis, los cambios en los hábitos de consumo y la influencia de las grandes superficies pasan factura al comercio tradicional

Sagunt pierde más de un centenar de comercios en los últimos seis años

El lastre de la crisis sigue pesando en el pequeño comercio de Sagunt. Y es que, según los últimos datos hecho del Instituto Nacional de Estadística, la capital de El Camp de Morvedre cerró el 2017 con un total de 1.440 pequeños negocios que abarcan tiendas, bares o talleres, una cifra que supone un 7,7 % menos de los que había registrados en 2012. En total 121 establecimientos clausuraron su actividad en ese periodo, según la estadística oficial.

El mayor ritmo de destrucción de pequeño comercio se registró entre 2013 y 2014. Solo en esos dos años cerraron sus puertas 102 tiendas locales. Desde entonces, el censo de establecimientos se ha mantenido estable, aunque el goteo de cierres no ha cesado.

Los datos son todavía más desalentadores si se tienen en cuenta los momentos más duros de la crisis económica. Según estimaciones de la Asociación de Comerciantes, Empresarios e Industriales de Sagunt y Comarca (Aceisyc) la crisis se habría llevado por delante desde hace una década a un 30 % de los negocios saguntinos.

El responsable municipal de Comercio, Sergio Moreno, considera que buena parte de esta situación es efecto directo o indirecto de las crisis económica, cuya presencia, más o menos atenuada, sigue vigente. «Hay que pensar que en este tiempo el comercio ha sido refugio para mucha gente que ha puesto en marcha negocios sin tener en cuenta su viabilidad. Esto ha hecho que durante estos años hayan abierto muchos comercios, pero también que muchos hayan cerrado»,.

Así mismo, Moreno destaca la incidencia que han tenido fenómenos como las grandes superficies o los nuevos hábitos de consumo. «La gente va a las grandes superficies o centra sus compras los fines de semana y vía online; todo ello va a seguir ahí y tendrá su efecto», señala. «En cualquier caso, se trata de públicos distintos y el pequeño comercio tiene una clientela potencial», destaca.

Más pesimista se muestra el presidente de Aceisyc, José Luis Doblaré, que reclama un mayor apoyo de la administración al pequeño comerciante. En este sentido, subraya el impacto que estos cierres están teniendo en el entramado urbano. «Hay zonas donde antes había verdulerías, panaderías, librerías y ahora no hay nada», afirma. Con todo, Doblaré destaca la potencialidad de otras zonas de la ciudad, especialmente las ligadas al turismo.

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