A oscuras y en silencio comenzó el Nazareno su via crucis en la madrugada de ayer. Tan solo el resplandor de la luna, el fuego de las hachas y los flashes de las cámaras alumbraron su camino hasta lo alto del Calvario, un recorrido lleno de obstáculos y de suma dificultad para los portadores de este paso; la Mayoralía 2017. Sus rostros lo decían todo, sacrificio, esfuerzo, dolor y mucha devoción hicieron posible un via crucis más que emotivo, que arrancó en varios pasos de su recorrido el aplauso de los allí presentes, quienes en voz baja reconocieron el buen trabajo realizado por estos jóvenes mayorales que no flaquearon ni un instante, pese a los momentos complicados del camino como la entada y salida del Calvario, donde se requiere mucha fuerza y maestría para bajar y subir el anda del Nazareno, dos de las estampas más espectaculares del acto, objetivo ayer de decenas de fotógrafos.

Cerca de la Mayoralía 2017 anduvo su clavario, Vicente Ferruses, muy pendiente de sus mayorales, quien no pudo disimular la preocupación por los mismos en varios momentos del recorrido, además de la emoción tras comprobar el reconocimiento de la gente al esfuerzo de sus compañeros, quienes estuvieron guiados en todo momento por el mayoral Rafa Izquierdo, quien en los últimos años marca las pautas del camino y ayuda y prepara psicológicamente a las mayoralías salientes para este recorrido.

El Calvario se convirtió ayer en un hervidero de gente que quiso acompañar al Nazareno desde su salida de la Ermita de la Sangre hasta su regreso a la misma, después de casi tres horas. 14 estaciones de un via crucis que fue narrando el párroco de Santa María Don Vicente Gil junto al coro Ad libitum de Quart de Poblet.

El anda estuvo custodiada en todo momento por la Mayoralía 2018, además de por los romanos, el capitán y el portador del tambor, el historiador y escritor saguntino Társilo Caruana.

Tras el Nazareno, fueron cientos y cientos de personas, entre los que se encontraban el alcade de Sagunt, Quico Fernández, la diputada autonómica, Teresa Garcia, la secretaria local del Compromís, Asun Moll, el portavoz del grupo municipal del PP, Sergio Muniesa, y la edila del PP, Laura Casans, entre otros. Además de representantes de asociaciones y entidades culturales de la ciudad como el presidente del Centro Arqueológico, Amadeo Ribelles o la presidenta del Col.lectiu pel Patrimoni, Concha Cardo.

El Via Crucis finalizaba a las puertas de la iglesia de Santa María donde tuvo lugar el Sermó de la Galtà, que ofició el guardián del Monasterio de Sant Esperit, Fernando Hueso, quien realizó todo el via crucis junto al presidente de a Cofradía, Miguel Chordá

El acto llegaba a su fin con la entrada del Nazarenos en la Ermita de la Sang, otro de los momentos más emotivos que volvió a llenar la plaza de fieles.

Tras este y como manda la tradición saguntina, decenas de vecinos y visitantes fueron a tomar el típico chocolate con churros o con buñuelos que ofrecen lo bares y cafeterías en la mañana del Viernes Santo, cada año...