La posibilidad cada vez más evidente de que el Fertiberia no juegue en Asobal la próxima temporada obliga a valorar mejor las ocho temporadas que los rojiblancos llevan codeándose con la élite del balonmano español. En este tiempo, los rojiblancos tocaron techo con su clasificación para las semifinales de la Copa del Rey, después de eliminar al León, que disputaron durante un inolvidable fin de semana en el feudo que esta tarde visitan en busca de redención.
Y es que Logroño es la siguiente parada porteña en esta liga, donde todavía busca su primer triunfo como visitante y no depende de sí mismo para salir de la última posición que ocupa a falta de cinco jornadas. Así, la cita de hoy (20.30 horas) supone otra final para los hombres de Sergio Berrios, quien apela al espíritu de León, donde el Fertiberia puntuó hace un par de semanas tras caer contra un rival directo en casa, para mantener viva la esperanza. «Después de perder en casa ante el Puente Genil, fuimos a casa del segundo y empatamos. Espera que la reacción sea la misma ante el Logroño».
Duda de Boisedu
Las circunstancias son parecidas, ya que el rival ocupa la parte alta de la clasificación, en este caso es cuarto, y los rojiblancos no saben si podrán contar con su máximo goleador, Johan Boisedu, que en León no jugó y en la visita del Benidorm solo salió a la pista para anotar dos lanzamientos desde los siete metros.
De los otros implicados en la lucha por evitar el descenso, el Zamora viaja a Irún para medirse al Bidasoa, mientras que el Frigoríficos Cangas, al que los porteños todavía tienen que rendir visita en esta segunda vuelta, recibe el Helvetia Anaitasuna
