La previsible derrota a domicilio en Logroño (36-25) deja al Fertiberia BM Puerto al borde del abismo de División de Honor Plata. Y es que los porteños siguen últimos, a dos puntos ya de la salvación, que marca el renacido Cangas a quien los rojiblancos visitarán en la antepenúltima jornada en busca de su primer triunfo de la temporada lejos del Ovni.
Antes llegará la visita el próximo sábado del Atlético Valladolid, que en condiciones normales se consideraría un rival asequible, pero que será favorito en su desplazamiento al Port de Sagunt, donde llegará desde una cómoda novena plaza tras ganar tres de sus últimos cuatro partidos como visitante.
El pesimismo que rodea las opciones del Fertiberia de seguir una temporada más en Asobal se vio confirmado en Logroño, donde la superioridad riojana fue evidente, pese al esfuerzo de los hombres de Sergio Berrios, entre los que esta vez si estuvo Johan Boisedu. Pero el francés no fue suficiente para frenar una nueva sangría defensiva, con 19 y 17 goles encajados en cada parte, que eleva su media a 29,2 tanto en contra por partido.
Los porteños volvieron a ofrecer síntomas de vida en un par de fases del partido, especialmente en el arranque de la segunda mitad cuando llegaron a reducir su desventaja hasta los cuatro goles, pero la rapidez del Logroño y otra sucesión de errores enterraron cualquier opción de remontada. Lo mejor volvió a ser la afición desplazada a tierras riojanas, que no paró de animar a sus jugadores pese al resultado.
A un gol del ascenso
Otro fin de semana negro para el primer equipo se completó con el agridulce sabor del Fertiberia C, que se quedó a un gol de ascender a segunda nacional, después de la fase de ascenso disputada en el René Marigil. Los chicos de José María Gabaldón llegaron a la última jornada con la necesidad de ganar para subir, pero se quedaron con la miel en los labios al empatar frente al experimentado Petrer. Los cachorros rojiblancos ya se han comprometido a volver a intentarlo la próxima temporada.
