El Ovni se despidió con tristeza de Asobal en otra derrota del Fertiberia (23-25), a décima de la temporada en casa. La mayor necesidad del rival, un Cuenca acompañado por decenas de ruidosos aficionados, marcó un encuentro que reservó las emociones para el final, cuando la afición despidió la temporada al cántico de «volveremos a Asobal».

En este penúltimo capítulo, ya que los rojiblancos todavía tendrán que viajar el próximo fin de semana a Irún, las despedidas y los debuts fueron lo más destacado. En este último apartado, tanto el veterano Pablo Fernández como el joven Íñigo Celorrio tuvieron minutos y protagonismo.

Ya al final, el capitán Rubén Ruiz fue el que más evidenció que era su último partido en el Ovni, cuando, con sus dos hijos en brazos, se despidió de la grada con lágrimas en los ojos. Otros jugadores que pueden seguir este camino, a expensas de confirmarse la configuración de la plantilla de la próxima temporada, son otros históricos como Ángel Fernández o Nacho Nebot.