Una joven de 20 años del Port de Sagunt acabó con cortes en la cara y sin varias piezas dentales después de sufrir un fuerte golpe a manos de su expareja en una discoteca de la localidad.

Su agresor, otro joven de 20 años con el que había roto su relación hacía unas semanas, ha sido puesto en libertad aunque «en atención a las lesiones producidas, el medio empleado y que la víctima es su expareja sentimental, podría enfrentarse a una pena de prisión de entre 2 a 5 años», tal y como han declarado a Levante-EMV fuentes cercanas a este caso de violencia machista. De momento, el juzgado número 5 de Sagunt ha dictado una orden de protección sobre la víctima que conllevará la de alejamiento, según confirman las mismas fuentes.

Los hechos ocurrían en la madrugada del domingo, sobre las 03.40 horas, cuando se recibió un aviso solicitando una ambulancia desde el lugar de la agresión, una discoteca en la avenida Mediterráneo. De inmediato, la sección de Seguridad Ciudadana de la Policía Local se personó en el local, donde se encontró a la joven ensangrentada con un pañuelo en la boca taponando las heridas producidas.

Según tel testimonio de la agredida y de sus amigas, la joven había tenido un encontronazo con su exnovio, momentos antes, después de varios días de acoso, aunque quedó en nada. Sin embargo, una trifulca posterior entre una de sus amigas y un compañero de su expareja llevó a la joven a intervenir, coyuntura que aprovechó su exnovio para agredirla con el vaso que llevaba en la mano, golpe que se saldó con varias piezas dentales y cortes en la parte inferior de la cara de la chica. Rápidamente la trasladaron al Hospital de Sagunt donde fue atendida de sus lesiones.

En cuanto al agresor, fue retenido por los vigilantes de seguridad de la discoteca hasta que llegaron los agentes que procedieron a su detención. El joven también resultó herido en la mano, con un corte de consideración posiblemente producido por los cristales rotos del vaso con el que golpeó a su expareja.

Esta lesión impidió que saliera esposado de la discoteca, aunque estuvo custodiado en todo momento por los agentes locales que lo trasladaron al centro hospitalario y luego a comisaria donde prestó declaración. De allí pasó a disposición judicial y luego puesto en libertad con cargos.