Javier Pinés Gil, Valencia

Cuando Land Rover lanzara en 1996 la primera generación del Freelander, nadie imaginaba que iba a ser uno de los responsables de la actual fiebre «todo camino» que vive la industria del automóvil en la actualidad. Ahora, catorce años más tarde, la firma británica da un nuevo paso en la historia de su modelo compacto con una acertada remodelación a nivel estético, técnico y de equipamiento.

Una puesta al día que contribuye a reforzar al actual Freelander2 entre lo más destacado de un sector que aún no parece haber encontrado su límite de crecimiento. Los cambios en el diseño exterior, incluyen numerosos detalles. Actualizaciones estéticas que afectan al paragolpes delantero, rejilla, llantas de aleación,pilotos anteriores posteriores y a la gama de colores. En el interior, con nuevo acabado y estilo así como el nuevo diseño de los asientos hacen que el Freelander 2011 destaque o se diferencie más de sus versiones anteriores. Otro pequeño cambio pero significativo es el logotipo de Land Rover, que cambia de color en 2011: del oro sobre verde pasa a un contemporáneo plateado brillante sobre verde.

Dos niveles de potencia

El exitoso motor de 2.2 turbo diesel de inyección directa se ha actualizado en dos versiones; TD4 de 150 CV y SD4 de 190 CV. Ambos producen 20 Nm más de par motor, teniendo ambas versiones una sustancial cifra de 420Nm para un funcionamiento y rendimiento refinado. Además de la actualización de la normativa europea de EU4 a EU5, ambas versiones tienen un nuevo turbocompresor de geometría variable y están re-calibrados para ofrecer los nuevos niveles de potencia, cumplir las normativas de emisiones y reducir el CO2.

Estas mejoras marcan una gran diferencia con el refinamiento, la economía y las medidas para reducir el ruido emitido en más de dos decibelios. Las emisiones de CO2 del Freelander 2.2 litros diesel 150 CV manual son ahora 165g/km y de 185g/km para el 190 CV SD4 de cambio automático, lo que significa una reducción del 8% y del 14%, respectivamente. En consecuencia, el consumo de combustible del Freelander TD4 manual de 150 CV se ha reducido en un 9% quedando en 6.2 l/100km, mientras que el SD4 190CV de cambio automático ha reducido su consumo un 14% (7.0 l/100 km). Todos los modelos diésel con transmisión manual están equipados de serie con el Sistema Stop/Start de Land Rover.

2.2 TD 4x2, a partir de 2011

Por otro lado, y en respuesta a las actuales exigencias del mercado, a partir de 2011 se incorpora a la gama del Freelander 2, un modelo con tracción 4x2. Con un motor turbo diésel de 150CV, equipado con una caja de cambios manual de seis velocidades, que incluye de serie el sistema Stop/Start, Land Rover incorpora a su gama un SUV con tan solo 158g/km de CO2, la cifra más baja alcanzada por la marca hasta la fecha. El sistema Slip Control (SCS) se ha optimizado para adaptarse al sistema de tracción delantera y el software del Roll Stability Control (SCS) también ha sido re-ajustado para tener en cuenta la reducción del peso.

Confort con estilo

Nuevos asientos y tapicerías

En el interior del habitáculo, hay cuatro nuevos estilos más contemporáneos de asientos que ofrecen una mayor gama de opciones. Cubiertos con las elegantes y nuevas telas Tofino y Resolve, la piel Napoli, o las combinaciones de piel Napoli y Alcántara, o piel Windsor para el Premium Pack, son los cuatro nuevos estilos que diferencian los niveles de equipamiento. Existe también la opción de asientos con ajuste manual, asientos eléctricos con 6 movimientos para el conductor y 4 para el acompañante, y asientos eléctricos con 8 movimientos para el conductor y 6 para el acompañante en el Premium Pack. Por otro lado, la posición elevada de conducción proporciona buena visibilidad en las cuatro esquinas del vehículo y asegura una visibilidad delantera óptima. Hay siete airbags que vienen de serie: dos de cortina, dos frontales, dos de tórax y uno de rodilla para el conductor.