Nissan es, sin duda, una de las marcas japonesas que más apuestan por la electrificación. Trabajando codo codo con sus socios de la Alianza, la firma de Yokohama está construyendo una gama en la que confluyen tecnologías -100% eléctrico, e-Power e hibridación- muy variadas, todas orientadas a la eficiencia y a la descarbonización. Para el Juke, su SUV compacto, la compañía ha apostado por la hibridación convencional en su primera incursión en el mercado híbrido.

La marca japonesa ha aprovechado la tecnología de la Alianza para este modelo, tomando los componentes eléctricos, el motor de 36 kW (49 CV) y la pequeña batería de 1,2 kWh del Renault Captur E-Tech. Estos elementos se combinan con un motor de origen Nissan de gasolina de 145 CV y una caja de cambios variable.

Nissan aprueba con nota en el plano dinámico con su primer coche híbrido. En marcha, el Juke se muestra muy cómodo y la electrificación le aporta no solo un plus en suavidad, sino un extra de potencia que, sobre todo en modo Sport, compensa el trabajo de la caja de cambios, ideal para ciudad, pero que sufre para recuperar velocidades de crucero, disparando las revoluciones para aportar mucho ruido pero poca potencia. Una vez entra el impulso eléctrico, el Juke sube fácil de velocidad. Salvo por las subidas repentinas de revoluciones, el Juke Hybrid es uno de los vehículos híbridos más silenciosos.

El Juke Hybrid es capaz de circular en modo eléctrico hasta los 55 km/h, aunque en modo ECO, y con el e-Pedal -que funciona de maravilla- activado, también lo activa para circular por inercia o mantener velocidades y así reducir al máximo el consumo, que en la prueba, tras más de 500 kilómetros, se quedó en 5,6 litros a los 100 kilómetros, una cifra notable, aunque no la mejor que hemos visto en un SUV híbrido.

N-Design, un argumento a favor

La unidad probada correspondía al acabado N-Design, desde 32.450 euros, que le añade un toque deportivo con elementos en negro por toda su silueta, llantas exclusivas y materiales interiores que, como el Alcántara, elevan la calidad general. Este acabado es uno de sus grandes puntos fuertes porque no solo mejora su imagen por fuera, sino que da un salto de calidad interior muy importante. El Alcántara domina el entorno por encima de plásticos duros y negro piano, algo que acerca al Juke a vehículos más caros, y los asientos deportivos son tan bonitos como cómodos.

La pega en el interior es su sistema operativo, gestionado desde una pantalla de siete pulgadas. En comparación con sus rivales directos peca de una respuesta lenta y algo torpe y el diseño de sus menús queda algo anticuado. El punto positivo es que es muy intuitivo y que los botones físicos facilitan navegación por sus menús y la gestión de la climatización.

Con espacio de sobras para cuatro ocupantes, pese a sus dimensiones compactas, el Juke Hybrid se posiciona como un gran coche para dominar la ciudad y un buen vehículo para hacer viajes largos por su comodidad y consumo contenido. Ofrece 354 litros de maletero, suficiente para compras y escapadas en familia.