La compañía irlandesa, Ryanair, amenaza con dejar de volar desde el Reino Unido si no consigue mantener sus actuales condiciones, la política de cielos abiertos por toda Europa. Un acuerdo multilateral firmado entre Estados Unidos y la Unión Europea que permite que las compañías aéreas operen en países extranjeros con total libertad. Fuera de este acuerdo, son los gobiernos los que tienen que negociar, uno a uno, cuántos vuelos diarios y a qué destinos concretos pueden volar sus compañías. La medida supondría un duro golpe para el turismo español, pero podría suponer un golpe mortal para las 'bajo-coste'.