Gran expectación, como espectador y comentarista, ante el regreso esta noche de Vis a vis a Antena 3, la serie producida por Globomedia, que ha demostrado que los años y la inercia de producciones con un tufillo a época y maneras caducas se pueden volatilizar con trabajos de una precisión matemática. Vis a vis lo es.

Es una de las producciones más atractivas, sólidas, interesantes y adictivas de los últimos años. Más de 3,5 millones de espectadores siguieron de media la anterior temporada, un dato potente que la cadena intenta mantener a partir de esta noche. Tiene tanta confianza en su producto que le hará echarse un pulso con Cuéntame en La 1 y con el imbatible Gran Hermano VIP , uno de los subproductos más rentables de la televisión en España -alucinante, pero así es esta ciencia, incapaz de entender los intríngulis de la audiencia.

Vis a vis cuenta la historia de las consecuencias de un amor equivocado. Macarena, el personaje de la brillante Maggie Civantos, termina en la cárcel por varios delitos contra el fisco. En la cárcel conoce a lo peor, como la peligrosa mafia de las presas liderada por la inquietante Zulema -oscura, grande, magnífica Najwa Nimri -, y lo mejor, el amor inesperado de la Rizos -la dulce Berta Vázquez - en un mundo asfixiante donde no todos los fun- cionarios son oro puro.

Además, fuera, la familia de Macarena se enfrenta al peligroso novio de Zulema, El Egipcio - Adryen Mehdi -, que también sigue la pista de una considerable cantidad de dinero. El ritmo trepidante de la historia, la esmerada puesta en escena, el montaje, la iluminación, las soberbias interpretaciones, y la evolución de los personajes consiguen que te sientas atrapado y quieras más.