Se mueve en casi idénticos parámetros de su predecesora, una algo más inspirada fantasía para adolescentes que reivindicaba de alguna manera la pasión por los videojuegos y por las historias con personajes virtuales.

Si aquella, dirigida por Joe Johnston en 1995 e interpretada por el malogrado Robin Williams lo hacía a partir de los juegos de mesa, aquí el punto de partida se apoya por completo en los elementos audiovisuales, aportando una nota de modernidad más acusada. Pero, en definitiva, es más de lo mismo, cuatro personajes, los jugadores, en el umbral de una aventura sin límites en la que se trata de que los avatares de los participantes superen una sucesión de peligros sin fin para lograr su objetivo, que es salir con al menos una de las tres vidas de que disponen del infierno en que se han metido.

No es un producto demasiado eficaz y sí, en cambio, poco brillante, aunque tampoco especialmente molesto.

Diríase que el director, un Jake Kasdan que es hijo del admirado cineasta Lawrence Kasdan, maneja con soltura los resortes de esta especialidad en la que se ha implicado, una combinación del cine de aventuras y de acción, pero sin sacar todo el jugo que podía. Autor de títulos como Orange County: colgado, pringado y sin carrera y Sex tape. Algo pasa en la nube, aún no ha encontrado, si es que lo ha buscado, su verdadero lugar en el universo del cine de géneros. Pero aquí parece que empieza a olfatear la cosa.

El mundo de Jumanji y su espíritu irrumpe con brusquedad cuando cuatro compañeros de instituto que han sido castigados por faltas disciplinarias encuentran entre un material desechado algo que para ellos es arqueología pura, un videojuego, y deciden jugar. Ignoran, por supuesto, lo que les espera, un universo de emociones sin límite.

La novedad es que los cuatro se convierten en sus respectivos avatares, que son adultos que, en teoría, están más preparado para enfrentarse al riesgo. Eso sí, mientras los adolescentes eran dos chicos y dos chicas , los adultos son tres hombres y una mujer. Parece que se ha buscado el lucimiento del actor Jack Black.