Dani Rovira ha comenzado el 2018 estrenando su nueva aventura cinematográfica. El malagueño se embarca en Thi Mai, rumbo a Vietnam junto a Carmen Machi, Adriana Ozores y Aitana Sánchez Gijón. Durante la premiere pudimos hablar con el actor para conocer cómo vivirá este año los Goya tras ser sustituido por Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla como maestros de ceremonia.

- Vaya aventura que habéis vivido en Vietnam.

Pero con todas las letras.

- ¿Qué nos puedes contar?

Estaría dos días contando cosas pero bueno, el hecho de rodar en Vietnam hace que el propio país sea un personaje más, además de todo el reparto que estamos, Vietnam es un personaje más y la ilusión de que creo que es la primera película que se rueda íntegramente allí. Ha sido una aventura brutal, te lo tienes que tomar a risa porque es todo muy loco.

- ¿Alguna anécdota que puedas recordar?

Hay gente que todavía está en la acera para cruzar, no existe el momento ideal para cruzar hasta que te enseñan que lo que tienes que hacer es cruzar y no mirar a los ojos a ningún motorista. Al principio nos costaba cruzar luego parecíamos de allí.

- ¿Proyectos?

Muchos estrenos de cositas, el año pasado no estrené nada porque estaba todo en barbecho.

- ¿Te ha ocurrido algún episodio de acoso laboral?

No, la verdad es que no. O no me he dado cuenta. En el poco tiempo que llevo en el cine ni me ha pasado ni en mi círculo más cercano he visto ningún tipo de acoso. Seguramente esto haya sucedido porque son muchos años y vivimos en una sociedad mundial donde la desigualdad con la mujer y el abuso sexual y el uso de poder está a la orden del día. Independientemente de lo que ha pasado en Estados Unidos, ese silencio de tantos años, creo que ahora lo que está pasando es muy positivo, siendo Hollywood y siendo Estados Unidos creo que es un escaparate mundial. Lo que ha pasado no se puede remediar pero sí que creo que toda la gente que son parte del problema con esto que está pasando creo que estarán ahora más alerta y creo que les entra el miedo. Ante eso intentar formar parte de la solución y no del problema, una cosa es un extremo y luego es el día a día con micro machismos. A veces culturalmente pecamos de cosas y nos equivocamos nosotros mismos. Al final de la necesidad hay que hacer una virtud, espero que esto que ha sucedido sea un toque de atención para el resto del mundo.

- ¿Te veremos en el patio de butacas de los Goya?

No, en el patio de mi casa que es particular. Con pantuflas y pajarita, este año no solo decidí no presentarlo sino que decidí tomármelo tranquilamente. Si voy a la gala habrá presión, me apetece verla tranquilo y disfrutar como uno más de la gala. Yo votaré porque soy académico pero me apetece verlo desde casa. Eso no quita que al final diré ¡qué envidia! Soy cómico y el escenario de los Goya es un caramelo.

- ¿Te ha dado más disgustos que alegrías?

No, qué va. Ahora que hago un poco de repaso de estos tres años, muchas más alegrías que lo otro.

- Pero con el paso del tiempo.

Sí, pero fue después del segundo año cometí el error humano de usar las redes sociales en una época post Goya en estos días de la basurilla que yo llamo. Es como si hay un volcán que está en erupción no metas la cara porque te vas a meter un ostión. Eso lo aprendí en la tercera gala y ya está. He aprendido muchas lecciones y me lo he pasado muy bien, volveré a hacerlo si la academia lo tiene a bien.