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VUELTA A TELEVISIÓN

'La lista final': Chris Pratt nos habla de su tenso regreso a las series

Entrevistamos al astro de 'Guardianes de la Galaxia' y 'Jurassic World' sobre su retorno a la televisión de la mano del director y productor Antoine Fuqua ('Training day')

Chris Pratt en un momento agitado de ’La lista final’. PRIME VIDEO

¿Chris Pratt, estrella de 'Guardianes de la Galaxia' y la saga 'Jurassic World', al frente de una serie? La sorpresa debería ser solo relativa. Al fin y al cabo, la verdadera sorpresa fue para unos cuantos que el actor revelado como el torpe Andy Dwyer de la telecomedia 'Parks and recreation' se reconvirtiera en musculado héroe de acción de pantalla grande. Con la tensa 'La lista final' (Prime Video, viernes, día 1), Pratt no se pasa a las series, sino que regresa a ellas, pero usando lo aprendido (y el físico adquirido) en su carrera cinematográfica de la última casi década.

Adaptación de un libro de Jack Carr de 2018, este thriller psicológico y de acción cuenta la historia de venganza del comandante James Reece, un SEAL de la Marina que, después de acabar como único superviviente de una peligrosa misión, empieza a (tratar de) atar cabos sobre lo que no fue, no pudo ser, solo otra tragedia militar. Su pelotón debía ayudar a las fuerzas sirias a capturar a un químico sobre el que recaían sospechas de liderar un programa de armas biológicas. Pero, en el momento de la verdad, una emboscada convirtió a Reece en el nuevo Ethan Hunt, quien a los diez minutos de 'Mission: Impossible' perdía a casi todo su equipo. 

Reece quiere saber quién les pasó información falsa a propósito: ¿los iranís? ¿Los rusos? ¿Asad? La verdad podría ser peor e involucrar al propio gobierno de Estados Unidos. Pero lo difícil es saber si la verdad de nuestro héroe, su versión de los hechos, es fiable: en la emboscada sufrió una conmoción cerebral que está afectando a sus recuerdos (antiguos y nuevos se solapan) y su percepción de la realidad. En ese sentido, Pratt es menos un nuevo Hunt que el Tim Robbins de 'La escalera de Jacob', influencia confesa por el propio actor, aquí también productor. 

Menos puede ser todo 

Hablamos con él sobre otras películas y series que pudieron marcar 'La lista final'. Sobre todo películas: durante nuestra charla, Pratt la llama 'película' en alguna ocasión, y es fácil entender el desliz, porque poca diferencia formal existe entre ella y anteriores obras del director Antoine Fuqua, a quien debemos 'Training day (Día de entrenamiento)' y 'The equalizer: El protector', entre otros ejemplos de cine de acción de espíritu 'old-school'. "Como 'thriller' psicológico, debe bastante a 'Memento'", cuenta Pratt. "Pero también hablamos de 'Los tres días del cóndor', 'Spy game (Juego de espías)' o, para el apartado visual, 'Sicario'. Además, nos fijamos en 'La noche más oscura' para las partes bélicas rodadas en túneles bajo tierra, que no queríamos que fuesen demasiado cinematográficas, sino más bien realistas". El propio Pratt formó parte, en su tránsito de la 'sitcom' al 'blockbuster', del citado clásico de Kathryn Bigelow: era uno de los hombres del equipo SEAL 6 que eliminaba a Osama Bin Laden.

A la vez que ha tenido oportunidad de reutilizar lo aprendido en esa y otras películas con exigencias físicas, Pratt ha adquirido nuevas habilidades del brazo de Fuqua. Habilidades expresivas. O lo expresivo de la inexpresión: "Fuqua -nos explica- me ayudó a coger distancia respecto a Reece y recordarme a mí mismo que está bien contar menos. El misterio es amigo nuestro. Para un actor, algo así puede resultar un desafío. Es como si al contar menos, hacer menos, estuvieras perdiendo la oportunidad de ser grande. A veces nos gusta masticar nuestras líneas a placer. Tenemos treinta segundos y queremos sacarles todo el partido: ACTUAR en mayúsculas. Pero muchas veces lo mejor que puedes hacer es… hacer muy poco". 

La misma lección se aplica Fuqua en una dirección de planos a menudo sostenidos, de legibles coreografías de violencia e impulsos majestuosos. Esta no es la clase de acción desmesurada que parece la única posible hoy en día en los cines. "Muchos echamos de menos una acción más realista", dice Pratt. "Ahora mismo la tendencia es ir a lo demasiado grande. Un Lamborghini salta desde el Empire State y explota en el aire y un dinosaurio baja y se zampa los restos y… [Reímos]. La contención suena a riesgo. Hay una posible acción elegante que, a veces, las grandes compañías evitan por miedo a no recaudar suficiente". 

Coyuntura delicada

Falta por saber cómo sentará entre espectadores y críticos, en pleno luto por las matanzas de Uvalde y Buffalo, una serie plagada de armas a las que, además, se rinde cierto culto. Pregunto a Pratt y a su compañero de reparto Taylor Kitsch, también presente en la entrevista, un ex-SEAL en 'La lista final', si leyeron la carta abierta de Hollywood sobre la necesidad de representar la violencia armada de manera responsable en la pantalla. Pratt: "Leí esa carta y creo que era sensata. No sé cuáles son los caminos a seguir, pero sé que me gustaría tomar los correctos. Sea como sea, James Reece es un buen tipo con un arma. Y eso es lo que quizá necesitamos: más buenos tipos con armas”. Enseguida, Kitsch trata de salvar a su colega: "Bueno, existe una diferencia entre mostrar y glorificar. Espero que la gente vea cómo ayudan estas secuencias de acción a que la historia avance; que no son solo violencia gratuita. Esa era la intención".

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