Fútbol, baloncesto, balonmano y waterpolo juegan hoy contra Honduras, China, Serbia y Kazajistán. Los primeros disputan su segundo partido con la obligación de ganar. Los otros tres están en la necesidad de dejar buenas impresiones. El fútbol, prácticamente, se la juega. Baloncesto y balonmano tendrán que sudar. El waterpolo debe ganar bien.

Los Juegos de Londres están basados desde el punto de vista español en los equipos. Más que en los participantes individuales. Sin embargo, en cada ocasión surge la inesperada medalla de alguien que ha hecho la guerra por su cuenta. Y en este aspecto no hay disciplina que se pueda marginar.

El fútbol nos tendrá en vilo porque además de ganar tiene que dar sensación muy distinta a la que ofreció frente a los japoneses. Faltó cohesión, no hubo juego de conjunto. La ausencia de Thiago Alcántara en el centro del campo imposibilitó el juego que se espera de cada selección futbolística. Contra Japón se vio a Mata retrasarse para buscar el balón y si éste ha de ejercer tal función pocas oportunidades tendrá de manifestarse en ataque como sabe.

En teoría, Honduras es equipo al que se debe vencer. Existe notable diferencia entre la potencialidad de su fútbol y el nuestro. Pese a ello, podría convenir recordar como en el Mundial-82, en Mestalla, Honduras sacó un empate que puso al equipo español contra la pared y hubo de recurrir a un árbitro amigo, que hizo repetir un penalti para que la victoria frente a Yugoslavia diera el pase a la siguiente ronda.

La selección de baloncesto ha ganado con la presencia de Ibaka que en la zona, además de intimidar, es especialista en los tapones. Es tal vez el mejor acompañante, junto a Marc Gasol, de Pau, la estrella del conjunto.

La selección ha disputado con éxito los partidos de preparación excepto el que le enfrentó a Estados Unidos. Tal confrontación sirvió para rebajar los humos. Aquella cercanía que se tuvo en Pekín en la final no parece que pueda darse de nuevo. Contra China, primer asalto, habrá que comprobar hasta qué punto se están recuperando Sergio Rodríguez, Marc Gasol y Navarro.

El equipo de balonmano no tendrá fácil vencer a Serbia, país del que hay que desconfiar. La tradición de este deporte, cuando Yugoslavia era todo un país, apuntaba a favorito. Perdió potencial, aunque en el último campeonato europeo ya fue segundo.