­Los Juegos de Moscú, con ausencias tan notables como la de Estados Unidos, fueron el primer salto cualitativo del deporte español. Se llegó a las seis medallas y dos de ellas en deportes tan importantes como natación y atletismo. En la piscina ganó el bronce David López Zubero en los 100 metros mariposa y Jordi Llopart obtuvo la plata en los 50 kilómetros marcha.

Juan Antonio Samaranch debutó como presidente del COI con seis subidas al podio de los españoles y de nuevo entre los premiados estuvieron los piragüistas Menéndez y Ramos en el k-2 500 metros (plata) y k-2 1000 metros el propio Herminio Menéndez y L.G. Ramos (bronce). El asturiano Menéndez era el deportista español más laureado de la historia olímpica. Y hubo oro en vela con el triunfo en Flyng Duchman de Abascal y Noguer. El hockey sobre hierba, capitaneado por Juan Amat, ganó la plata.

La gran carrera de los nuestros, al margen los piques entre los británicos Coe y Ovett, fue la de los 3000 metros obstáculos en la que Domingo Ramón Menargues (Crevillente) entró en cuarta posición después de una carrera inteligente pegado a los talones del polaco Bronislaw Malinowski el mejor de la época. Se quedó del bronce a dos segundos y dos décimas, siendo quinto Paco Sánchez Vargas.

La carrera de Domingo Ramón fue muy seguida en España y la proximidad de la medalla hizo que en Alicante se ocuparan de su futuro dado que para seguir entrenándose necesitaba ayuda económica. En la Diputación Provincial le ofrecieron un puesto con lo que aseguraba salario mensual. Era el de portero de noche. Tuvo que renunciar porque era imposible dormir y entrenarse de día. Cuatro años después repetiría diploma: sexto en la final de Loa Ángeles viniendo desde atrás.

Más suerte tuvo Antonio Campos, atleta de la misma especialidad, quien consiguió diploma en Montreal. Antonio, que ganó un buen número de carreras y como Domingo Ramón fue recordman de España, tuvo mejor suerte y encontró acomodo en el Valencia Club de Fútbol en el que ha desempeñado diversas funciones tanto en Mestalla como en la Ciudad Deportiva. En Montreal también participó el saltador valenciano Rafael Blanquer, el primer español que superó los ocho metros. En los Juegos no estuvo tan afortunado.