Acabó la 32 del mundo en lanzamiento de jabalina, pero le renta más estar ser la 64 más deseada del mundo. Leryn Franco pasó sin pena ni gloria por la calificación del lanzamiento de jabalina, pero no por el estadio. Tampoco lo había sido en los días que estuvo en la Villa Olímpica, donde ha sido una de los deportistas más fotografiadas por atletas, voluntarios y mirones. Como aperitivo, había sido la abanderada de la delegación guaraní, causando furor de rojo.

La atleta paraguaya respondió en la Olimpiadas 2012 a la expectativa creada y mantiene su aureola cuatro años después de que, en la cita de Pekín mantuviera su línea discreta de resultados, pero se llevara de recuerdo una aventura con Novak Djokovic. O, por lo menos, eso se asegura. Tras aquella cita consolidó su carrera como modelo y a su nómina de novios se unió el jugador de balonmano Néstor Blanco. Las empresas patrocinadoras se han fijado en ella de forma generosa. Ya lo había hecho el jurado de Miss Paraguay, aunque sólo le dio la segunda plaza. Los Juegos Panamericanos le impidieron acudir al certamen de Miss Mundo. Un escenario donde la checa Barbora Spotakova no tendría nada que hacer. En la pista, le sacó casi quince metros.