Hay vida más allá del fish and chips: Londres promete comida sabrosa y accesible. Lo prometen los organizadores de los Juegos Olímpicos de Londres ante la preocupación por la gastronomía londinense, tantas veces puesta en entredicho, aunque ahora haya una corriente de revisión, bajo la idea de «no es tan mala como se cree». Un desayuno con tostadas con mantequilla y un almuerzo con bacalao y patatas fritas o ensalada de atún junto con una copa de vino tinto «Londres 2012» asegurarán que los espectadores no pasen hambre. Los organizadores de los publicaron detalles sobre las opciones de comida y bebida para los millones de aficionados que acudirán a las sedes, como parte de lo que califican como la mayor operación de catering del mundo en tiempos de paz.

Aunque no se hizo mención de anguilas en gelatina, una comida tradicional en la región este de Londres, más de 800 puestos de venta ofrecerán 150 platos diferentes para mostrar la cocina característica británica y la diversidad étnica del país, indicó el comité organizador (LOCOG). «Queremos que todo aquel que asista este verano tenga una experiencia fantástica, y para ello es fundamental la comida y la bebida disponible», dijo el presidente del LOCOG, Paul Deighton. «Hemos recorrido grandes distancias para encontrar la máxima calidad, comida sabrosa que festeja lo mejor de Gran Bretaña».

Después de siete años de preparativos la ciudad británica va a recibir más de cinco millones de visitantes en los próximos dias. Y con este desplegue la comida anglosajona se prepara para ser degustada por un sinfín de paladares.

Aunque los ingleses se caracterizan más por acoger las tradiciones culinarias de otros paises que por promocionar las suyas propias. Londres es un punto de encuentro de todos los paises y se convierte en lugar ideal para experimentar sabores de todo el mundo, incluyendo exquisitas especialidades orientales procedentes de las antiguas colonias.

Aun asi siguen teniendo bien vivos algunos de los platos, el «fish and chips», que al ser el primer plato en comercializarse como comida para llevar se ha convertido en el plato más popular ingles. Como también lo son las suculentas fresas con nata muy típicas del torneo de Wimbledon (En la última edición se vendieron 28.000 kilos de fresas y 7.000 litros de nata). El té inglés de la tarde o el «roast beef», vacuno a la brasa, entre muchos otros. Así como el típico desayuno ingles, con las judías que los propios ciudadanos ingleses buscan cuando vienen a veranear a las playas mediterráneas. Los Juegos son buena excusa para conocer la cocina británica y para deleitarse, o no, con sus especialidades. Por lo menos, para explorarlos.

Todos los veranos cientos de estudiantes se trasladan a las islas para desarrollar sus estudios y mejorar el idioma. Entre las peculiaridades de estos viajes está la comida. En la que la gran mayoría de españoles traslada en sus mochilas comida autóctona (sobre todo, jamón serrano) Sin embargo llama la atención que en el viaje de vuelta regresan con las manos vacías, sin productos de origen inglés. Como mucho, algunas deliciosas galletas, aunque ahora ya se venden en cualquier gran superficie. Se dice que la falta de aceite, caro y escaso, es lo que marca la aparente falta de alma de su gastronomía.