Son mis cuartos Juegos y es como si fueran los primeros. Estoy tan nervioso como cuando participé por primera vez en Atenas en 2004 pero venimos a disfrutar del momento. Han sido cuatro años de sufrimiento por las lesiones y de mucho trabajo desde Londres en 2012 y nos merecíamos estar aquí. El viernes cuando llegamos no sabíamos con lo que nos íbamos a encontrar pero de momento en la Villa Olímpica, salvo algún contratiempo, está todo bien. Cuando llegó el primer avión del COE estaba todo bastante sucio pero lo han solucionado.

Estos primeros días han sido de adaptación y de reencontrarnos con otros deportistas, con los médicos y fisios de la selección... He podido saludar ya a Róber (Bautista) y Pablo (Torrijos), también a los lanzadores de disco y su entrenador (Toni Simarro), y es bonito compartir esta experiencia con ellos.

El viernes, mientras preparábamos la ropa oficial para el desfile inaugural, nos dimos cuenta realmente de dónde estábamos. Ese momento es de máxima satisfacción y alegría. Un momento único que compartes con otros deportistas que representan a España como tú y a los que acostumbras a ver en la tele. Ahora están aquí con nosotros y somos uno más. Saber que en España hay tanta gente pendiente de ti a esas horas de la mañana y ver que te llegan fotos de la pantalla de la tele es emocionante. Tenemos la obligación de darlo todo.

El voley playa se juega en Copacabana y el estadio es espectacular. Estuvimos haciendo la comprobación de las equipaciones y también hemos entrenado ya en la pista donde debutamos. Impone.

A ver si tenemos suerte y podemos superar la fase de grupos. Es de los años que Adrián (Gavira) y yo más en forma estamos. ¿Por qué no dar la sorpresa?