El atleta marroquí nacionalizado español y afincado en Castellón Abderrahman Ait Khamouch, actual plusmarquista mundial, ganó ayer la medalla de plata en el maratón de los Juegos Paralímpics. Fue en la categoría para discapacitados físicos T46. El «valenciano» no pudo acercarsesu mejor marca marca de 2:26.54, lastrado por algunas molestias físicas, conformándose con otra plata como la conseguida hace cuatro años en Londres.

Ait sufrió la amputación de un brazo cuando tenía 8 años. Cayó a un pozo seco en Marrucecos y se fracturó el brazo. La deficiente atención sanitaria le provocó una gangrena fatal.

Ait dejó entrever su retirada al declarar que está «muy quemado», no tiene el apoyo de otros compañeros y es «el último de la cola de los paralímpicos». En Río, Abderrahman Ait volvió a quedarse segundo, igual que en los Juegos de Londres, pero esta vez por detrás del chino Chaoyan Li, que fue primero. «La carrera ha sido muy dura debido al calor y la humedad. He sabido controlar pese a que tenia dolores musculares en la pierna derecha de la operación de rodilla. Pido disculpas porque quería ganar el oro, pero no ha sido así. Sigue la maldición de la plata», declaró.

Abderrahman Ait no quiso aventurarse a planificar su futuro deportivo con vistas a los Juegos de Tokio en 2020. «Estoy muy quemado y no tengo el apoyo suficiente que tienen algunos compañeros, así que después de esta carrera a lo mejor lo dejamos. Me gustaría seguir, pero cuando ves que no tienes apoyo, eres el último de la cola de los paralímpicos y nadie cuenta contigo para nada, que no es una critica, pues hay que pensarlo. Espero llegar a Tokio pero lo veo complicado», confesó.

La última jornada se completó para España con el oro de la catalana Elena Congost en el maratón T12 de deficientes visuales y con la lanta del asturiano Alberto Suárez en la misma categoría.