Al menos diez tablas del gótico valenciano y del primer Renacimiento —piezas capitales de gran valor artístico— se encuentran con graves desperfectos en el Museo de Bellas Artes San Pío V. Las obras pertenecen a la colección del museo y habían sido restauradas en los últimos años.
Las causas de su deterioro —a falta de un informe oficial por parte de la Generalitat Valenciana— obedecen a un problema de climatización de las salas de la pinacoteca. Son, además, las salas que inician el recorrido museográfico del centro. Para los expertos, las piezas del gótico son la columna vertebral de la colección del museo.
Al parecer, el sistema de climatización que debe proteger las tablas bajo condiciones idóneas de temperatura y humedad no funciona debidamente desde hace varios meses. Posiblemente, desde febrero. Nadie ha puesto remedio, sin embargo, a esta situación, pese al riesgo que supone para la conservación de la totalidad de las obras de arte de un museo que está considerado como la segunda pinacoteca nacional y cuya gestión transfirió el Ministerio de Cultura a la Generalitat.
El San Pío V padece situaciones anómalas desde hace muchos años, desde goteras a inundaciones, plagas de termitas o desprendimientos. Y su ampliación todavía está en marcha —la quinta fase se halla pendiente— desde los gobiernos de Felipe González.