El mes pasado, la asamblea general de FAPA Valencia aprobó el proyecto y la ejecutiva para los próximos dos años, culminando la renovación de sus órganos de gobierno iniciada el pasado octubre. Centenares de Ampas federadas eligieron en sus asambleas comarcales a sus representantes en el consejo de gobierno, y este órgano presentó el proyecto de actuación y la ejecutiva que la asamblea aprobó.

La insistente llamada a la participación por la ejecutiva saliente, la movilización de la comunidad educativa estos años, y el creciente interés de padres y madres por mejorar la educación de sus hijos han permitido por primera vez en la historia un consejo de gobierno con casi ochenta personas comprometidas en la defensa y mejora de la enseñanza pública, y que sus propuestas se hayan ratificado por una asamblea con más asistentes que ninguna.

FAPA Valencia está orgullosa de que en el proceso hayan surgido debates, discrepancias y críticas. Nuestra organización no es ni puede funcionar como un partido con una ideología completa, cerrada y excluyente. Es un movimiento social cuya riqueza es la pluralidad de sus integrantes, cuya seña de identidad es la defensa y mejora de una enseñanza pública de calidad, plural, abierta, crítica e inclusiva, sin ortodoxias, y cada padre y madre contribuye con sus propias convicciones políticas, ideológicas y de creencias a ese objetivo común y definidor.

Por eso, la elección de sus representantes ha de ser transparente y participativa, dando cauce a esa pluralidad. Por eso, al consejo de gobierno se presentó una lista abierta para la ejecutiva, sumándose quienes fuera conveniente, como se hizo. Y por eso, que en la asamblea general hubiera un sector crítico no significa que naciera «viciada» ni «dividida», como algún medio o alguna ex presidenta estimaron, sino que confirma que el proceso fue un éxito y había conseguido dar cabida a todas las opciones. Desde la ejecutiva saliente podría haberse montado una asamblea a la búlgara, manipulada y dirigida, pero habría significado el fracaso de FAPA para potenciar el debate, la democracia y la pluralidad del movimiento de Ampas. Y como padres y madres, un pésimo ejemplo contra los valores en los que queremos educar a nuestros hijos.

En los procesos sociales no hay casualidades, sino coincidencias, y es curioso que tras estos años, con las mayores movilizaciones en la historia de la comunidad educativa valenciana, con la mayor presencia de padres y madres en las plataformas por la enseñanza pública, en los centros, mesas de negociación, prensa y todos los foros, sea justamente ahora cuando coinciden el ataque a la participación desde la conselleria, recortando nuestra presencia en el Consejo Escolar Valenciano, con el intento de algunos históricos de FAPA —que ya fueron derrotados en las asam-bleas comarcales en que se presentaron— por dar un golpe de mano que la asamblea no permitió, para nada más perder la votación ir a contarlo fuera en un vano intento por debilitar la imagen de FAPA.

¿A quién molesta una FAPA Valencia independiente, fuerte y crítica? No somos cómodos compañeros de viaje para nadie, y menos ante años electorales o de pactos educativos que no recojan nuestras pretensiones. Pero nuestros hijos y nuestros objetivos nunca serán objeto de negociación para nosotros. Ahí radica nuestra convicción y nuestra fuerza. A ellos nos debemos y por ellos seguiremos luchando y mejorando la escuela pública.

Ex presidenta de FAPA Valencia

Presidenta de FAPA Valencia