El conseller de Educación, Alejandro Font de Mora, ha enviado una carta al ministro Ángel Gabilondo solicitándo la colaboración del Gobierno y el «esfuerzo solidario» para la construcción de centros escolares en la Comunitat Valenciana. El titular del departamento pide «lo que es de justicia» porque «llevamos a cabo un esfuerzo extraordinario sin ningún tipo de ayuda» y cita en su misiva la inversión del Gobierno central a las comunidades autonómas de Andalucía y Castilla-La Mancha por un montante de 97 millones de euros. No es la primera vez que el Consell solicita que el ministerio invierta más en aspectos educativos de la Comunidad Valenciana. Hace sólo unos meses reclamaba dinero para satisfacer las necesidades de escolarización de 92.000 alumnos inmigrantes o exigía más flexibilización para gestionar el Plan Educa 3 y la construcción de 300.000 plazas de infantil de niños de hasta 3 años de cara a 2012. Font de Mora vincula el aumento de la población valenciana debido a la inmigración de los últimos años con las necesidades de más centros escolares para acogerlos. La empresa pública Ciegsa posee una deuda de 2.500 millones de euros, entre otras cosas debido a los sobrecostes. Es cierto que el ministerio ha firmado convenios con la Generalitat —becas, libros gratuitos, material escolar— pero la reclamación de Font de Mora no es ilegítima —existe agravio comparativo con otras comunidades— si bien ha de acompasarse con una gestión racional de los recursos propios.