El peor enemigo de Israel es Israel. Bueno, matizaré, el peor enemigo de Israel es la política que llevan a cabo sus dirigentes. Atacar a un barco con ayuda humanitaria cuya única pretensión era llegar a Gaza es, además de un acto salvaje, un error político de tal magnitud que tendrá consecuencias graves para Israel.

Se defienden las autoridades israelitas diciendo que el barco iba a actuar de manera ilegal intentando entrar en Gaza. Pero resulta que el barco fue atacado en aguas internacionales, lo cual sí que constituye una ilegalidad, pero por parte del gobierno de Netanyahu, que es quien dio la orden.

El problema de Israel es que siempre mata moscas a cañonazos y es lo que ha hecho una vez más. Porque si no quería permitir la entrada del barco en Gaza tenía otros medios para impedirlo. Medios pacíficos, desde luego.

Se defiende el gobierno Netanyahu diciendo que en el barco iba gente armada. Yo no lo creo, pero supongamos que tuvieran razón: nada mejor que haberles permitido atracar en Gaza y registrar el barco.

Se quejan muchas veces los israelitas de los muchos enemigos que tienen a lo largo y ancho del mundo sin pararse a reflexionar sobre cómo acciones como ésta provocan reacciones de antipatía y condena. Porque una cosa es aceptar la existencia del Estado de Israel y otra muy distinta aceptar las barbaridades que perpetran en nombre de ese Estado.

Israel tiene derecho a existir, tiene derecho a unas fronteras seguras, eso está fuera de toda duda. Pero defender esas fronteras no puede pasar por acribillar a un barco lleno de pacifistas que acudían a Gaza a llevar ayuda humanitaria.

La Unión Europea ha condenado con cierta tibieza el acto salvaje llevado a cabo por los israelitas. Lo mismo se puede decir de nuestros gobernantes. A mí me parece urgente que Israel no solo dé explicaciones, sino que su gobierno debe abrir una investigación, depurar responsabilidades, aunque en realidad lo que debería suceder es que dimitieran todos los miembros del gabinete, con Netayanhu en cabeza por haber permitido ese ataque criminal.

No habrá paz en Oriente Medio mientras no haya un Estado palestino, y hoy es más urgente que nunca que la comunidad internacional ayude a la Autoridad Palestina a hacer realidad ese Estado. No debería pasar ni un día más.

Mientras, Israel debería mirarse al espejo y comprobar que son ellos sus peores enemigos.