El burka o hiyab, que es una prenda que cubre el cuerpo que llevan las mujeres musulmanas, y que sólo deja expuestos los ojos, ha vuelto a ser noticia otra vez. En un discurso histórico en la Asamblea Nacional, el pasado 22 de mayo, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, criticó duramente que las mujeres musulmanas llevasen el burka en Francia.

El debate sobre la vestimenta de las mujeres musulmanas no es nuevo. En el año 2004, Francia aprobó una ley que prohibía a los estudiantes llevar cosas llamativas, incluyendo los velos musulmanes en los colegios.

En diciembre del año 2008, el Tribunal de Derechos Humanos Europeo decidió unánimemente que no hubo violación de derechos humanos cuando un colegio francés expulsó a dos estudiantes por negarse a quitarse los velos. El pasado julio, se denegó la solicitud de nacionalidad a una mujer musulmana por no haber conseguido supuestamente la cultura francesa y por practicar una clase de islam que era incompatible con los valores franceses.

¿Qué dice el Corán sobre el velo?: «Y di a las mujeres creyentes que recaten su mirada y protejan sus partes privadas, y no muestren su belleza y sus adornos, excepto lo que sea visible de ellos, y coloquen sus velos sobre sus pechos, y no muestren su belleza y sus ornamentos más que a sus maridos...» (capítulo 24, versículo 32).

Por otro lado, la Biblia considera el velo como una obra virtuosa. Quizás el presidente Sarkozy debería mirar más atentamente a las imágenes de la Virgen María en el famoso Museo del Louvre. Se dará cuenta de que se la representa a menudo en las obras de arte con la cabeza cubierta. Del mismo modo, era obligatorio para las mujeres católicas ponerse un velo mientras asistían al servicio de la iglesia. Hoy en día, las monjas cristianas y las mujeres amish siguen cubriéndose su cabeza.

La cobertura del rostro de la mujer musulmana puede variar de acuerdo con su situación y necesidades prácticas. Sin embargo, el acto de llevar el velo no se considera una desgracia u obstáculo para la mujer. En su lugar, se considera como una honra para ella y como una liberación de la esclavitud de la sociedad y de los obstáculos que impiden su desarrollo intelectual, moral y espiritual.

El velo sólo se convierte en un símbolo de servilismo cuando lo utiliza el hombre para impedir que la mujer participe en la vida diaria. Lamentablemente, algunos países musulmanes han permitido esto a través de un trato cruel a la mujer. Sin embargo, cabe destacar que no existe ninguna ley en el Islam que castigue a la mujer por no llevar el velo. Se trata de una elección personal, no un castigo impuesto por el hombre.

Francia necesita llegar a un diálogo con las comunidades musulmanas. Sin embargo, la prohibición del burka no es el modo de proceder. No cabe duda de que al decidir en nombre de estas mujeres musulmanas que el burka es una señal de sometimiento, él, al igual que los hombres musulmanes que obligan a las mujeres musulmanas a llevarlo, será culpable de imponer sus derechos sobre ella.