Desde que estamos intervenidos (hace poco, se reunieron en Moncloa Zapatero y Josef Ackerman —presidente del Deutsche Bank, arquitecto de los rescates de la eurozona y asistente a la reunión del Club Bilderberg— y no parece que hablaran de las posibilidades de España y Alemania en el Mundial), los acontecimientos se precipitan para no tener que rescatarnos. Aunque siempre buscando vías de escape, por si puede mantenerse el tinglado de los últimos años.

Por ejemplo, el día 30 vence el plazo para que las cajas pidan ayudas al FROB. Pero, aunque se venda que la crisis del sector financiero está en vías de solución, no hay tal: primero, porque los intereses de los préstamos a conceder (más del 7%), dificultarán su devolución; además, muchas entidades han optado por fusiones frías, unificando servicios centrales… pero manteniendo marcas y sucursales (lo que permite mantener el control a reyezuelos locales).

Las autoridades europeas tampoco lo hacen mejor. Así, el Banco Central Europeo decidió conceder barra libre de liquidez a bancos y cajas por tres meses (lo que, ante el cierre del interbancario para las entidades españolas, supuso gran alivio: tomarán prestado al 1% en el BCE y lo invertirán en deuda pública, con rentabilidades del 4%... mientras culminan su jugada de trileros en julio, cuando comprarán ingentes emisiones al Estado, con riesgo de verse suspendidas).

Todos ganan: banca, Gobierno… bueno, no, todos no: pymes y particulares seguirán sin ver un euro para inversión y consumo. Eso sí, gracias a una reforma laboral que no creará empleo y a un aumento de impuestos destinado a pagar deudas y a satisfacer la voracidad de las administraciones, pronto se cumplirá lo que decía el presidente de EE UU, Herbert Hoover, en plena Gran Depresión: «La prosperidad está a la vuelta de la esquina».

Cómo lo ven. Die Welt denuncia los crecientes malentendidos entre Nicolas Sarkozy y Angela Merkel, tras la suspensión de una reunión entre ambos el pasado día 7. Y es que las diferencias son demasiado grandes ante la superación de la crisis y el futuro de una posible política económica común. Sarkozy respalda que Bruselas supervise los presupuestos nacionales, pero Berlín se opone. Además, Merkel desconfía de Sarkozy, porque cree que defiende más los intereses de Francia que los del conjunto.

The New York Times informa que trabajar en Wall Street es menos gratificante que nunca, en término de dinero y prestigio. Según un estudio elaborado por el economista David Belkin, los ingresos medios de un empleado en la industria aseguradora neoyorquina (sumados salarios, bonus y stock options) bajaron más de un 20% durante el año pasado, la mayor caída en la historia moderna (incluida la Gran Depresión). Ahora sólo ganan… 311.000 dólares anuales, en lugar de los casi 400.000 de 2008.

Cómo nos ven. Ante el escaso éxito de la huelga de funcionarios, Die Tageszaitung cree que España no se encamina a una movilización social a la griega, tras el recorte del gasto aplicado por Zapatero. Con una mezcla de fatalismo y esperanza, los españoles opinan que Alemania les sacará del atolladero (como con los fondos de cohesión de los 80). De manera parecida se expresa el Frankfurter Allgemeine Zeitung, al afirmar que la población maldice no poder vivir más a base de crédito, pero sin lamentarse demasiado. ¿Durará?

Zapatero no sólo ha dado marcha atrás en su política social, sino que también ha girado en materia nuclear. Así lo explicita La Stampa: si el PSOE prometió el fin de este tipo de energía en 2008, el Ministerio de Industria acaba de renovar (por 10 años) la licencia de las centrales Almaraz I y II (propiedad de Endesa, en un 36%). Y es que ZP también debe haber olido cambios en la opinión pública: ahora, el 42% es favorable a las centrales, por un 37%, contrario.

Qué se cuece. 233grados.com informaba que la plataforma de microblogging Twitter tiene cerca de 200 millones de usuarios únicos mensuales (aunque son unos 105 los que están registrados como tales). Según su director general de operaciones, Dick Costolo, muchas personas no tuitean, pero la han convertido en una herramienta básica de información. El éxito es tal que, como señalaba Cinco Días, Twitter se colapsa con cierta frecuencia (ante problemas de saturación del sistema).

Editors Weblog señalaba que una encuesta de hábitos de consumo de medios de comunicación en Japón, promovida por la Asociación de Editores nipona, revelaba que la forma más popular de recibir noticias en aquel país seguía siendo el periódico de papel. Y que, significativamente (con todo lo que ha caído), no se detectaron diferencias sustanciales en comparación con un sondeo similar elaborado hace dos años.