Las intensas tormentas que han descargado días atrás en diversas localidades del litoral mediterráneo han puesto de manifiesto que la inmensa mayoría de ciudades de esta parte de España no están preparadas para recibir lluvias fuertes en poco tiempo. Apenas treinta o cuarenta litros en dos o tres horas y se han producido anegamientos e inundaciones en calles, locales y sótanos, automóviles bloqueados y caos circulatorio. Como suele decirse aquí las ciudades se paralizan con "cuatro gotas". Y lo preocupante es que realmente es así. Las redes de captación y evacuación de aguas pluviales en las ciudades del litoral mediterráneo no están adaptadas al tipo de lluvia que solemos tener; esto es, chaparrones intensos o trombas torrenciales que en pocos minutos descargan lo que se espera para todo el mes o, a veces, para todo el año. Y los modelos de cambio climático para las próximas décadas nos anuncian un aumento de este tipo de lluvias en nuestra zona. Conviene, pues, comenzar a preparar nuestras ciudades para estos excesos pluviométricos. La trapa y el imbornal de toda la vida ya no sirve en el futuro. Manos a la obra.