Luis Medina y Laura Ponte tienen una debilidad, la pareja de guapos se rinden ante una buena copa de cava rosado, ambos posaron, sonrieron y disfrutaron de lo lindo en la tradicional fiesta de esta bebida que se celebró en el Hotel Villamagna, en pleno corazón del madrileño Paseo de la Castellana. También Blanca Martínez de Irujo y José Miguel Fernández Sastrón le dieron la bienvenida al verano con una copita de cava.

A Blanca la vi contenta y con buena cara, atrás queda su intenso noviazgo con Fran Rivera, la relación le dejó huella pero la ruptura no la derrumbó ni la enclaustró en casa. Lo que posiblemente no dé marcha atrás sea la relación que mantenía con su prima Eugenia Martínez de Irujo. Nunca más se las volvió a ver juntas.

Sí hemos visto juntas, que no revueltas, a Isabel Sartorius con Leticia Ortiz, algo que podría parecer altamente improbable, ¿por qué no se iba a dar este caso que resulta aún más sencillo porque les unen lazos de sangre?

La velada en el Villamagna me trajo alguna que otra sorpresa digna de comentar. No sé si llevado por el aroma del cava o porque el ambiente era sumamente agradable, Luis Medina llegó a relajarse en su conversación con una servidora, a sabiendas de que era periodista, hablé largo y tendido con él. Se mostró muy entusiasta mientras me contaba su iniciativa empresarial, representa y gestiona una firma de joyas y piedras preciosas, pasará el verano entre Ibiza y Palma de Mallorca.

No tan ilusionado reaccionó cuando le pregunté por su relación con Norma Ruiz, la actriz con la que se le ha visto últimamente: «Nos presentaron unos amigos comunes y una noche quedamos para cenar en Lucio, a la salida nos hicieron aquellas fotos, pero te aseguro que no me volveréis a ver con esa chica». Fue rotundo y contundente, me hizo pensar que tal vez sospechase que el entorno de la actriz pudiese tener algo que ver con la realización de esas fotos, me aclaró que no lo pensaba: «Me habéis visto con Norma como me veréis con otras muchas chicas con las que salgo, no tengo compromiso, entro, salgo y me divierto, nada más».

Más risueño le noté hablando de Tamara Falcó y aquella sonada «pillada», los dos jóvenes se dejaron querer sin esconderse de nadie en Déjate Besar y cumplieron con la recomendación y al pie de la letra con el nombre del local. Me reconoció que se sintió abrumado por la expectación que suscitó su buen rollo con la hija de Isabel Preysler. Por eso, y para evitar comentarios, esta vez, Luis Medina acudió acompañado de varios amigos, por cierto mayores que él, que no le perdían de vista y le protegían de las miradas indiscretas.

Mención aparte merece la sin par Ana Obregón. Disfruté con ella de un divertido fin de semana en Ibiza. Desde hace dos años es la imagen de las cápsulas bronceadoras Arkosol, gracias a ellas y al maravilloso sol de la isla balear la actriz luce un bronceado de escándalo.

Paseó palmito y fue el centro de atención entre los clientes del hotel Aguas de Ibiza en Santa Eulalia. Las malas lenguas dicen que ya ha cumplido los 57, pero está estupenda, posó en triquini y con una chilaba blanca. Ana me aseguró que está sola, que no le ronda ningún amor, pero se puso colorada cuando le pregunté por un jefe de la Policía de Ibiza con quien llegó a algo más que el coqueteo el año pasado.

El «miembro del cuerpo… nacional» es de la pandilla de Oscar Vivó, ex novio de María José Suárez, y juntos salían y entraban cuando la Obregón viajaba a la isla ibicenca. No me lo desmintió del todo, Ana siempre juega con estas cosas, pero eso ya forma parte del pasado, porque su supuesto ronroneo con el poli ya está olvidado. Ahora no le gustan los macizos de gimnasio, se decanta más por los espirituales profundos y últimamente prefiere el sexo tántrico.