Ahora resulta que los periodistas, fotoperiodistas, deben ser neutrales. ¿Cómo de neutrales? El síndic de greuges, el señor Cholbi, que de estas cosas relacionadas directamente con el cargo que okupa sabe un rato, lo tiene claro: si un fotoperiodista le hace una foto a un geranio, en la siguiente debe fotografiar margaritas; o, permítanme la licencia, la escatología y —¡hala, todas a consultar el diccionario!— la coprolalia, si se fotografía el coño de la Bernarda, entonces, por el principio de equidistancia equilibrante equitativa «equilicuatre», en la próxima debe fotografiarse el pito de un sereno. Dicho lo cual, como en la exposición de fotoperiodismo del Muvim había seis fotografías con gaviotas del PP por tan sólo dos del puño y de la rosa, la injusticia estaba servida, la censura justificada, Román de la Calle predimitido, la manipulación evitada y Alfonso Rus, como el sol, saliéndose por Antequera.

La respuesta del defensor del pueblo a la denuncia presentada por la Unió de Periodistes es antológica y ontológica y la reproduzco porque no tiene en cuenta ni el principio de realidad informativa ni el principio de libertad de expresión, confunde la equidad con la igualdad y el «justo medio» aristotélico con la «mitad», como si los periodistas, en lugar de reflejar la realidad, tuvieran que aprobarla con un cinco, entre el cero y el diez. Dice el señor Cholbi: «Una vez examinado detenidamente el informe y la documentación remitida a esta institución por la Diputación de Valencia, hemos podido comprobar que de las ocho fotografías expuestas, un total de seis se referían a un determinado partido político, y las otras dos restantes a otro partido distinto, por lo que a nadie se le escapa que la exposición fotográfica no guardaba la adecuada proporción entre las diversas formaciones políticas existentes en la Comunidad Valenciana para conseguir la necesaria neutralidad informativa, que garantizara la formación de una opinión pública libre y no manipulada.»

La verdad es que no dice nada con lo que uno pueda estar de acuerdo. Pero eso no es lo preocupante. Lo que de verdad asusta es que el síndic de greuges haya necesitado dos meses y «examinar detenidamente el informe y la documentación remitida» para darse cuenta de que, de ocho fotografías expuestas, seis eran del PP y dos del PSPV.

«Recollons, Pepe, torna a contar-les que t´has enganyat.»