¿Es posible la reconversión de Batasuna o está «incapacitada genéticamente» para romper con ETA, como afirma Rubalcaba? Aunque rompiera, Batasuna seguiría cargando con un peso excesivo para la vida política en un escenario de paz, el de haber jaleado por décadas el asesinato sistemático, con el envilecimiento moral inevitable. ¿Sólo moral? También intelectual: hay ­creencias que le excluyen a uno de los mínimos para moverse en el mercado de las razones, y creer en el valor absoluto de una patria, tan absoluto que justifica las bombas indiscriminadas, los tiros en la nuca y el terror como vía política, parece un fundamentalismo inhabilitante para la democracia. Resulta patético ver a esas personas sonrientes, exhibiendo un noble aspecto cívico, con el rostro encendido por la fe en un futuro promisorio, como si no arrastraran un terrible pasado, como si todo pudiera empezar de nuevo.