Miles de jóvenes valencianos han encontrado una salida profesional gracias a la música y gracias, sobre todo, a la larga tradición de enseñanza musical que ha hecho posible el abnegado trabajo de centenares de sociedades musicales, que han sido y son un elemento fundamental para entender la cultura y la tradición del pueblo valenciano. Miles de familias valencianas han ayudado y ayudan, con su esfuerzo y sus aportaciones económicas, para que perdure esa tradición y se mantengan vivas las bandas de música. La decisión del Consell que preside Francisco Camps de recortar las ayudas a los centros reglados de enseñanza musical tendrá unas consecuencias que parece no haber tenido en cuenta el gobierno de la Generalitat. Unas consecuencias tan dramáticas como la apuntada por el presidente de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana, Josep Almería, del cierre el próximo curso del 80% de los 280 centros de enseñanza musical de la Comunitat Valenciana dependientes de las bandas. Asimismo, la rebaja afecta con la misma dramática amenaza a los 110 conservatorios y escuelas de grado elemental y profesional que dependen de ayuntamientos y ateneos. Los dos grupos de la oposición salieron ayer a criticar una decisión que no acaba de entenderse. En realidad, parece una broma de mal gusto, pero la plasmación de la medida impuesta por la Conselleria de Economía en el Diario Oficial deja bien claro que no lo es. Por desgracia.