Júpiter es el gigante del Sistema Solar. No es un planeta rocoso como la Tierra o Marte, se trata de una enorme bola de gas formada principalmente por hidrógeno y helio, con trazas de otros gases como metano, amoniaco, etano y vapor de agua. Su masa supera a la de todos los demás planetas juntos, pero serían necesarios 1.000 planetas como Júpiter para, sumando sus masas, alcanzar la del Sol. Como Júpiter y la Tierra siguen órbitas elípticas alrededor del Sol a diferentes ritmos, la distancia que nos separa del planeta gigante varía constantemente. Júpiter acaba de pasar por el punto de su órbita más cercano a la Tierra. Cuando esto ocurre, los astrónomos decimos que Júpiter está en oposición: se encuentra en dirección opuesta al Sol y, por tanto, Júpiter sale por el horizonte este cuando el Sol se pone por el oeste y alcanza su máxima altura sobre el horizonte a medianoche. Mientras que la Tierra da una vuelta al Sol cada año, Júpiter necesita casi doce años para completar una revolución. Esto hace que, aproximadamente cada 13 meses, la Tierra «adelante» a Júpiter en sus carreras alrededor del astro rey. Los encuentros cercanos entre la Tierra y Júpiter se producen durantes estos «adelantamientos», pero como las órbitas de ambos son elípticas y no circulares, la distancia entre los dos planetas no es la misma en todos los encuentros. De hecho, durante la reciente oposición, Júpiter ha estado aproximadamente 75 millones de kilómetros más cerca de la Tierra que en otros encuentros pasados y por eso ha brillado más. No volverá a estar tan cerca hasta el año 2022. Además, es fácil encontrar a Júpiter esta noche: estará muy cerca (a menos de 10º) de una Luna casi llena.