Contra la crisis, iniciativas. Con esa máxima, el Valencia Basket afronta su vigésimo quinto aniversario como club. Y lo hace reafirmándose como un auténtico referente, en lo deportivo y en lo económico. No sólo regresa a la Euroliga, máxima competición continental, sino que puede presumir de ser una entidad saneada, que se autofinancia, y en continua progresión. Que ha conseguido emular al Valencia CF en cuanto a repercusión internacional, con el título de la Eurocopa muy reciente. Al mecenazgo de Juan Roig han conseguido sumar patrocinadores de la importancia de Power Electronics Valencia, y el siguiente reto es recuperar la masa social perdida. Volver a los tiempos en los que en la Fonteta no cabía un alfiler, y donde la comunión con la grada era motivo de envidia por otros lares. Calar de nuevo en la sociedad valenciana. Para ello se han despojado de discursos victimistas, fomentando el espíritu de club entre la afición.

Con un presupuesto más austero que en anteriores campañas, lejos de arredrarse se ha apostado por el trabajo y por valores emergentes, en una obligada reconstrucción del equipo basada en la cultura del esfuerzo, la humildad y la ilusión. Toda esa energía han conseguido transmitirla a nivel deportivo, y el Power Electronics Valencia parte con el cartel de equipo revelación de la liga ACB. En lo social, un sinfín de actividades durante toda la temporada servirán para celebrar veinticinco años jalonados de éxitos. Conmemoración merecida.