Nuestra presencia en Afganistán ¿es en misión de guerra o de paz? Aunque se trate de disquisiciones legítimas, lo cierto es que todos los colonialismos de la historia han sido parecidos, y en ellos las tareas de conquista, de evangelización y de comercio han formado parte de un bloque coherente. Hoy, la evangelización en la religión humanitarista la llevan a cabo las ONG, a las que no separan tantas cosas de los misioneros, pero el fondo del asunto, ahora como entonces, está en los grandes intereses comerciales y las rutas para controlarlos. La defensa de esos intereses coloniales es la que permite que la gasolina llegue a los surtidores. Podemos, desde luego, cuestionar el neocolonialismo, pero sólo si todos estamos dispuestos a andar en bicicleta y a no tomar aviones. Como esto es impensable, la ética queda reservada a la forma y medida: matar poco, educar mucho, explotar lo justo.