El calentamiento global del planeta tiene, y tendrá en mayor medida, mucha incidencia sobre la biodiversidad y los ecosistemas. Sin embargo, esta afección no será tan generalizada sobre las especies como el incremento térmico. Entre los grupos de animales más sensibles se encuentran los anfibios, entre otras razones, porque realizan la respiración a través de una piel muy delicada –sin escamas ni pelos- que es extremadamente vulnerable a la radiación solar. Además, las situaciones de estrés hídrico del planeta ponen en peligro los espacios acuáticos donde habitan estas especies. La regresión de los anfibios no sólo se encuentra en el cambio climático, sino también en actividades humanas con un impacto directo. Porque a todos estos riesgos hay que agregar la contaminación y la destrucción de sus hábitats, afectados tanto por productos químicos –que ocasionan graves daños al equilibrio del entorno y afectan físicamente a los anfibios- y la ocupación de suelo por carreteras, industrias, infraestructuras, urbanizaciones, entre otras intervenciones.