Teatres de la Generalitat ha comenzado a adaptarse a los tiempos de recortes presupuestarios impuestos por la difícil situación económica que atravesamos. El departamento cultural valenciano, que cerró el ejercicio contable de 2009 con un déficit de cerca de tres millones de euros, ha optado por una singular fórmula, la de la cesión de la sala por un periodo de dos meses a la fundación ARTeria, una entidad de espacios culturales promovida por la Sociedad General de Autores (SGAE). El convenio, que en estos momentos se está ultimando, prevé que durante un periodo de dos meses —enero y febrero de 2011—, la fundación de la SGAE se haga cargo del Teatro Principal y de los gastos generados, incluidos los del personal de la sala y externo. A cambio, gestiona la programación. El anuncio de esta iniciativa ha despertado las primeras dudas, que no tienen que ver con la intención de recortar gastos, sino con la transparencia del método elegido. La primera cuestión que se suscita tiene que ver con el método legal utilizado para adjudicar la concesión. Teatres de la Generalitat, como organismo público, está sometido a los procedimientos de contratación pública regulados por la ley de contratos de las administraciones públicas y, en el caso de la SGAE, se está negociando el convenio sin un concurso previo. Cabe recordar que Teatre el Musical, dependiente del Ayuntamiento de Valencia y gestionado por Tornaveu, ha utilizado el concurso público para tramitar su cesión.