El nuevo gobierno mira al norte porque pone a la vicepresidencia el hombre encargado de vencer a ETA y para que sitúa en un lugar clave, Presidencia, el vasco Ramón Jáuregui, justo después del pacto de legislatura con el PNV que, según el PP, tiene cláusulas secretas, lo que demuestra la habilidad de los populares para solemnizar la obviedad: ningún pacto político no está libre de cláusulas secretas, y si las de este acercan el final de ETA, alguien tendrá que ser lo bastante valiente para darles la bienvenida. Al fin y al cabo, no es este gobierno el que definió a la izquierda abertzale como "movimiento de liberación nacional".?Pero el nuevo gobierno también mira al sur, con el mantenimiento de Manuel Chaves en la tercera vicepresidencia, haciendo un trabajo que alguien debería explicar por qué tiene esa categoría, y con la incorporación de Rosa Aguilar, exalcaldesa de Córdoba con Izquierda Unida y hasta ahora consejera socialista de la Junta de Andalucía, y del nuevo ministro de trabajo, la ugetista Valeriano Gómez, natural de Arroyo del Ojanco (Jaén), en lugar del catalán Celestino Corbacho. Dos andaluces más en un gobierno con menos ministerios.?La vertical norte-sur ya fue el eje del pacto entre familias socialistas que, a finales del franquismo, en el congreso de refundación de Sunesnes de 1974, llevó Felipe González a la secretaría general de los socialistas españoles con las bendiciones de Willy Brandt. Los sevillanos, González y Guerra, ACUP la dirección con el permiso y la complicidad de los socialistas vascos, sindicalmente muy fuertes en las férreas orillas industriales del Nervión, y los madrileños, que aportaban profesores universitarios y economistas infiltrados en empresas y ministerios. Ahora, el retorno a la Moncloa del felipismo, o de su espectro, llega de la mano de una reedición de aquel pacto axial que unió a tres futuros grandes beneficiarios de la democracia: la Andalucía subvencionada, el Madrid de la gran capitalidad y el País Vasco del concierto económico. Con Cataluña ya se entenderán a partir del mes que viene, al estilo de como se entendían con Jordi Pujol.