CÓMO LO VEN

Jóvenes halcones en Israel. The New York Review of Books resaltaba el sorprendente resultado de una encuesta israelí. A la pregunta de si, en un referéndum, se votaría a favor o en contra de un hipotético acuerdo de paz con los palestinos, mientras un 61% de los mayores de 55 años lo harían a favor, tan sólo optarían por lo mismo un 37% de los menores de 35. No son datos muy halagüeños, de cara a una resolución pacífica del conflicto.

Polacos en Alemania. El rotativo polaco Polityka incidía en que el 1º de mayo terminan las cuotas que limitan el acceso al mercado laboral alemán de los trabajadores procedentes de países excomunistas. Pese a que la mayoría de los alemanes expresa su desagrado, desde Polonia se insiste en los beneficios que traerá esta mano de obra, más barata, a la economía germánica (sin olvidar las cuantiosas remesas de euros enviadas por los emigrantes polacos a su país).

CÓMO NOS VEN

Temor al pato cojo. Tras la renuncia de ZP a liderar el PSOE en 2012, tanto Bloomberg como The New York Times expresaban su temor de que el presidente no pudiera llevar a cabo las reformas pendientes (por ejemplo, la inacabada reestructuración de las cajas o la disminución de rigideces en la negociación colectiva) y, por ello, fuera víctima del síndrome del pato cojo (o que, según pase el tiempo, Zapatero perdiera autoridad entre los suyos, enfrascados en la búsqueda del sucesor/a).

El peligro se aleja. Pese a todo, según recoge un blog de Financial Times, durante los últimos tres meses España ha podido «desacoplarse» de los tres países periféricos rescatados (Grecia, Irlanda y Portugal). Los inversores empiezan a valorar que, incluso en supuestos adversos, la deuda española no se dispararía hasta niveles incontrolables y sólo mantienen sus dudas ante la verdadera exposición inmobiliaria de las demonizadas cajas de ahorro.

QUÉ SE CUECE

Lectores jóvenes. Marketing Directo apuntaba que, según una encuesta de la Universidad de Harvard, cerca del 50% de los jóvenes norteamericanos, entre 18 y 29 años, citaban a los periódicos como principal fuente de información a la hora de seguir la actualidad política en aquel país. Además, dicho estudio también revelaba que, en comparación con seis meses antes, el apoyo a Barack Obama en esa franja de edad había crecido un 5%.

The Washington Post chequea promesas. Ha tenido buena acogida una iniciativa lanzada por The Washington Post: a través de un formulario, sus seguidores pueden hacer notar errores de cualquier tipo en sus noticias. Dichos avisos, llegan directamente a los jefes de sección que, si procede, rectifican las informaciones erróneas. También ha relanzado el chequeo de hechos (una columna que se dedica a comprobar si los datos que ofrecen los políticos son ciertos).