La iniciativa de reconvertir el viejo mercado municipal del Grao de Valencia en un moderno recinto comercial inspirado en el mercado de San Miguel contiguo a la plaza Mayor de Madrid es una de las aportaciones más novedosas para la revitalización del Marítimo. El futuro de los mercados municipales, a excepción del Central y el del Cabanyal, es de sobra conocido por vendedores y clientes. Así las cosas, un aparcamiento subterráneo y metros de mostradores para la venta de productos frescos y elaborados parecen un buen comienzo para una zona que ha de encontrar una nueva forma de vincularse al puerto. Se puede ofrecer a los cruceristas que paran en Valencia un zumo de fruta con gracia y sin ella. La diferencia está en el precio. Las Atarazanas, Santa María del Mar, Casa Calabuig, los tinglados y, en el futuro, el mercado del Grao forman un eje con todo lo necesario para salir a flote. Lástima que las bases de la Copa del América no se sumen por no se sabe qué.