El más divertido, refrescante, ameno, polémico, e informativo, sobre todo, informativo. Es el saludo a modo de hola, estoy aquí, de Alicia Senovilla, que bajó por la escalinata de las gradas de Espejo público como una auténtica estrella. Salto a la otra, y tampoco falla. La otra es Telecinco, que también estrena sustituta. Carmen Alcaide aparece en medio de sus dos colegas, Joaquín Prats, y Máxim Huerta, que la acompañarán en un verano que se promete divertido, refrescante, ameno, polémico, e informativo, huy, he dicho informativo, qué fuerrrte. Las dos cumplen lo prometido. El propietario de la casa clava un cuchillo a un joven cuando intentaba entrar a robar, leo en el refrescante Espejo público de verano que, o será informativo o no será. Los feligreses del cura despedido por gay recogen firmas para que vuelva, leo en lo de Carmen, informativa de cojones.

Tengo entendido que el finiquitado por marrullero News of the world británico era el norte y guía, el faro de inspiración de los aprendices del periodismo de cuchufleta, ese que retuerce la realidad hasta adaptarla a su punto de vista, o ese que escoge sólo una parte de la realidad, siempre la más primitiva, la exagera, la reviste de digno interés, y la vende como necesaria. Dejémonos de pamplinas. El periodismo no es compatible ni con Alicia Senovilla ni con Carmen Alcaide, ni con las sustituidas. Ahora, en los cursos de verano de El Escorial, organizado por el FesTVal de Vitoria, nos han invitado a actores, productores, guionistas, programadores y críticos de televisión para ver el estado de La ficción en la pequeña pantalla. Se refieren a las series, claro. Pero yo me atrevo a hablar de una salud de hierro, en general. Vean, si no, matinales, vespertinos, o informativos.