Efemérides

Cierto es, que cada día que vivimos no es más que una fecha repetida en el calendario gregoriano, uso promulgado en 1582 por el Papa Gregorio XIII y vigente en la actualidad. Por ello, desde entonces todas las fecha de nuestra vida tienen tantos antecedentes como años han transcurrido desde entonces.

Existen días, cuya efemérides es muy escueta o tranquila, con simples aunque interesantes sucesos, nacimientos y fallecimientos dispares, aunque por otro lado, estos hechos siempre son importantes para quienes muestren interés en esos hechos en concreto, citando por ejemplo lo interesante que pueda ser para los interesados en la física que un día tan cualquiera como cualquier otro naciese Hendrik Antoon Lorente y que posteriormente desarrollaría la teoría electromagnética de la luz y la teoría electrónica de la materia, lo que le supondría el Premio Nobel de física en 1902.

Pero mucho más allá de los intereses que a cada individuo pueda suscitar una fecha u otra, existen días que desgraciadamente han quedado marcados en rojo en el calendario, no precisamente por ser festivos, sino por la cantidad de sangre inútilmente derramada por lo acontecido en esa fecha en concreto.

Y no contentos con un hecho de esta envergadura, en ocasiones, motivado por la constante repetición de fechas año tras año, coinciden acontecimientos en el calendario que marcan en rojo una fecha determinada, el ejército celta aniquila a los romanos, un incendio provocado por Nerón destruye Roma, las tropas Turcas inician el asedio de Malta, y en España, durante una mañana tan cualquiera como cualquier otra se perpetro el golpe de estado militar que tan minuciosamente había planificado Emilio Mola Vidal y que tres años después tendría como consecuencia el exilio del gobierno de la II Republica y el posterior régimen dictatorial del general Francisco Franco.

Le suceden cuatro décadas de represión, que sin duda alguna beneficio a algunos y perjudico a la inmensa mayoría de los españoles. Este es un hecho que forma parte de nuestra historia, reconocido como tal en todo el mundo, pero 75 años después, algunos se empeñan en darle otra interpretación. Visto así, las interpretaciones son múltiples, tal y como si de una lectura simplona de la Biblia se tratase, acuñándolo como Alzamiento Nacional, rebelión militar u otros nominativos, intentando todos ellos encontrar una justificación a lo realmente sucedido, aliviando las similitudes existentes con lo sucedido en otros países, en cuyo caso si se atreven a calificar de genocidio, asesinatos etc, siendo lo más llamativo lo sucedido en la Alemania del Tercer Reich, con la ejecución de unos 12 millones de personas en sus múltiples campos de concentración, sin reparar en la existencia de 180 campos de concentración que funcionaron en España durante la Guerra Civil y los años posteriores.

Afortunadamente con el paso de los años y con la perdida del miedo por parte de testimonios vivos de los hechos, salen a la luz diferentes informaciones que arrojan distintas vías de investigación histórica que permiten establecer claramente que en ningún caso el golpe militar hubiese triunfado, de hecho se produjo un estrepitoso fracaso en los momentos iniciales, para terminar triunfando con el apoyo del eje Berlín-Roma, facilitando el transporte con sus aeronaves a las tropas insurgentes de Marruecos hasta la península, apoyando al ejercito fascista desde muchísimo antes con un trabajo de inteligencia militar, utilizando nuestro país como campo de pruebas para lo que sin duda alguna sucedió posteriormente en Europa y el resto del mundo.

No podemos dejar de preguntarnos si esto sucedió con el beneplácito de los países europeos, y en efecto así fue, principalmente Francia e Inglaterra, ambos ellos miraron hacia otro lado, puesto que realmente nunca vieron con buenos ojos al gobierno del Frente Popular, acusando sus medidas sociales en un país, devastado por la miseria y la hambruna, como de medidas unidas a las tomadas en la U.R.S.S.

Flaco favor el realizado por estos países al fascismo, tal y como se recoge en los testimonios del propio Winston Churchill, quien si reconoció su error al no apoyar a un gobierno totalmente legitimo que defendía los intereses de un pueblo históricamente oprimido por la iglesia, el ejercito y los terratenientes.

Nos encontramos ante numerosas falacias, puesto que por todos es sabido que la historia la escriben los vencedores, los vencidos poco pueden hacer al respecto sino sumirse en la más profunda desesperación, y una de esas falacias es la existencia de dos Españas antes del golpe militar, puesto que sí bien existían, estas no existen por el hecho de ser de derechas o de izquierdas, sino por el hecho de vivir en la abundancia o por el hecho de morir de hambre.

Así las cosas, no encontramos de nuevo con la anterior definición de "efemérides", tabla que indica las diferentes posiciones de los objetos astronómicos, y como si de ellos se tratase, les invito a realizar dicha tabla de posiciones en cuanto a los diferentes partidos políticos y porque no hacerlo también con la iglesia española. Podremos entonces observar, que a diferencia de los objetos astronómicos, estos si varían de posición, las posiciones actuales no han cambiado nada; la derecha, rancia y casposa defendiendo sus intereses particulares, la izquierda defendiendo los intereses del pueblo, y la iglesia, anclada en su glorioso pasado, tal vez esperando la llegada de mejores tiempos, recordando sus altares llenos oficiando misas en honor a su glorioso caudillo.